Política

EL ANSCHLUSS BOLIVIANO DE PUNO

Por: Francis W. Butters

Hay quienes dicen que, quienes promueven ideas comunistas, son personajes que ignoran la historia, casi al punto del desconocimiento. No coincido con esa posición. Yo creo que hay un sector “intelectual” de esa izquierda, que tiene la inteligencia, los estudios, los conocimientos, y los títulos, que garantizan que saben lo que están haciendo. Y digo saben, no para justificarlos, sino para expresar que lo que hacen, lo hacen a propósito y con perfecta conciencia de sus actos. Hay que recordar también que muchas instituciones de altos estudios los tienen en sus planillas de docentes, y les publican todos sus “sesudos análisis”, como lo más cercano a las Tablas de la Ley modernas, presentándolos ante la sociedad como legítimos hombres del saber y el conocimiento. No es la ignorancia la explicación, es una excusa.

Recordemos que la Alemania de los años 20, en la que nació el nacionalsocialismo, es la Alemania de Einstein. La Alemania de grandes universidades y del conocimiento.

Los que creen que las “turbas” de puneños, en sus trajes típicos, son en algo diferente a las multitudes que adoraban a Hitler en los años 30s, les recomiendo darle otra mirada a la historia.

Recuerden también que Hitler fue aclamado a su ingreso a Viena, cuando anexó Austria al Reich en el Anschluss de 1938. Un acto en el que un país entero perdió su independencia. Se imaginan a un Evo Morales, anexando Puno a Bolivia, para formar un Estado Plurinacional Aymara? No estamos muy lejos de eso, y los acontecimientos previos se están desarrollando frente a nuestros ojos.

Ya ni el Ejército Peruano, en un contingente armado, puede izar la bandera bicolor en un pueblo fronterizo. El espacio vital, el Lebebsraum Boliviano, mira con buenos ojos, el oro, el litio y una anhelada salida al mar que le proporcionaría este Reich Aymara Andino, basada también en un tema étnico-histórico-cultural, como el que planteó Hitler como excusa para anexarse territorios germano-parlantes en Austria, Polonia y Checoslovaquia.

Recordemos también que varias figuras del regimen nacionalsocialista ostentaron serios méritos académicos. Joseph Goebbels tenia estudios en las universidades de Bonn, Wurzburg, Freiburg y Heidelberg. Fue el equivalente al Valedictorian de su clase en el colegio. Fue un estudioso de Historia, Literatura y Filosofía, obteniendo su PhD en 1921. El Ángel de la Muerte, Joseph Mengele, obtuvo su PHD en antropología en la Universidad de Múnich; se graduó Magna Cum Laude en su doctorado en medicina sobre Genetica, en la Universidad de Frankfurt. Una descripción que podría coincidir con la de mas de uno de los caviares que hoy nos dan clases diarias sobre el fascismo, el totalitarismo, la DBA, el colonialismo de los últimos 200 años, la opresión de las élites blancas, etc; entre sus temas favoritos en la televisión y las redes sociales.

Para el año 1940, Goebbels, ya había escrito “14 libros”. Hay otras similitudes que tienen que ver con sus limitaciones físicas, y con las experiencias personales negativas que esta minusválida le produjo a lo largo de su vida. Ese es otro tema que tocaré en otro momento, pero adelanto que creo tiene que ver con esa reacción de los intelectuales de izquierda con respecto a su discurso de discriminacion y odio, como explicación de la realidad.

Los movimientos que tienen tendencias totalitarias, tienden a comportarse de manera similar y aparentemente sus personajes comparten más de una característica. Las masas que controlaron unos, Nazis y Comunistas, y que hoy pretende controlar la izquierda peruana moderna (en términos temporales), son siempre susceptibles de ser atraídas por los mismos engaños, la misma necesidad de buscar culpables, los mismos vínculos raciales o culturales, y la misma tendencia de comprarse las explicaciones que esos “intelectuales” y los políticos que ponen en práctica sus ideas, ideas que supuestamente explican la realidad histórica y socio-política del Perú.

Esa izquierda que llamó japonés a Fujimori, parece no haberse dado cuenta de que nuestro pabellón nacional, no puede ser izado en territorio peruano. Ni una sola personalidad política de izquierda, ha sido capaz de levantar una voz de protesta frente a este hecho. Ni un solo congresista presente o pasado, ha osado interesarse en este asunto. Ni un solo intelectual de izquierda, ha argumentado la vena secesionista y traidora que este hecho implica.

Como los Austriacos de 1938, la izquierda peruana calla frente a esta escandalosa actitud de algunos pobladores de Ilave, Puno; y seguramente se pararían en primera fila para aplaudir fervorosamente un Auschluss Aymara de Puno, Madre de Dios, y Tacna; y aclamar como el más entusiasta Nazi en Viena, la anexión de Puno a Bolivia, con un triunfante Evo Morales Ayma a la cabeza.

El peligro para una democracia, no es la ignorancia, es la apatía y el silencio de aquellos que si saben, pero callan, dejándole el espacio a esos “intelectuales”, a los cuales en esta era de las redes sociales y los medios de comunicación masiva, los políticos de izquierda van a citar y reproducir Ad Infinitum.

El tema de Puno es gravísimo, y la corrección política no debe interponerse en el camino de un claro atentado contra la integridad nacional.

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