
Por: Berenice Bustíos Gutiérrez*
El compromiso de los trabajadores se convierte en un elemento invaluable para las organizaciones, pero, según Gallup Consulting, el porcentaje de “trabajadores comprometidos” en Latinoamérica es de solamente 23 %.
En Perú, el porcentaje no cambia tanto, llegando a 22 % el número de trabajadores que entran en esa categoría. Por ello, me surge la pregunta: ¿es posible desarrollar y promover el compromiso en los puestos de trabajo? Creo firmemente que sí.
El compromiso laboral se define como el entusiasmo y la pasión que sienten los empleados por su trabajo en el día a día, en tiempos económicos buenos y malos, con estrés o sin él, en situaciones favorables u hostiles. Es decir, es la capacidad de estar involucrado, independientemente de las diversas circunstancias y condiciones de la dinámica laboral.
Una persona comprometida con su trabajo representa un verdadero potencial para el desarrollo, el cumplimiento de objetivos, la toma de decisiones y otros componentes que conllevan a la efectividad de una organización. Al mismo tiempo, este perfil nos ayuda a medir y gestionar las perspectivas de grupo, sobre elementos significativos de la misma organización.
Este impacto en el grupo o equipo de trabajo, según Gallup Consulting, se debe a que la influencia que genera el liderazgo de un empleado comprometido puede variar en 70 % el compromiso de dicho equipo, generando una dupla armónica.
Si en este punto consideras necesario comenzar a trabajar tu capacidad de compromiso, porque comprendes el importante impacto que puede tener en tu despliegue, te dejo algunas recomendaciones que pueden permitir tu inicio en este proceso de crecimiento:
Para empezar, pregúntate cómo te haría sentir ser un valioso integrante de tu equipo de trabajo. La respuesta a esta pregunta va a permitir identificar el propósito y el significado de tu trabajo: ¿Qué tan feliz te hace desempeñar tus funciones y cuán creativo eres? Es necesario enfatizar el propósito, pues ello permite el crecimiento personal y laboral, el significado de la vida y, consecuentemente, mayores niveles de bienestar psicológico y salud física.
Segundo, puedes comenzar a identificar las áreas con falta de compromiso de manera auténtica y significativa para ti. Es probable que no te sientas totalmente comprometido con tus responsabilidades, por lo que es necesario buscar acciones que realmente te identifiquen. Un camino interesante te lleva a enfocarte principalmente en tus fortalezas, debido a que todos tenemos vulnerabilidades con las cuales debemos lidiar y aplicar acciones de mejora.
Tercero, puedes analizar cómo es el trato con tus compañeros. Valorar si hay respeto y comunicación asertiva acompañada de un lenguaje armonioso. Esto puede extenderse del diagnóstico a la práctica, tratando de impulsar acciones en nuestras relaciones humanas, aunque sean sencillas, persiguiendo fortalecer nuestras interrelaciones positivas. Algunas acciones como la defensa de las ideas de tus compañeros, la escucha activa y el trabajo en equipo pueden ser útiles.
Este compromiso o engagement nos permitirá tener una experiencia de plenitud mayor en el trabajo e impactará en nuestro grado de involucramiento psicológico, permitiendo experimentar emociones auténticas durante el desempeño de las actividades laborales: felicidad, disfrute y alegría. Y tú, ¿no quisieras que tu trabajo sea un espacio para ser cada día más feliz?
* Profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Católica San Pablo