
Por: Ricardo León Dueñas
Un día como hoy hace 50 años el mundo se estremecería cuando cazabombarderos Hawker Hunter de la Fuerza Aérea Chilena bombardearían inmisericordemente el Palacio de la Moneda, centro neurálgico del gobierno del entonces presidente comunista Salvador Allende Grossens, quien se quitaría la vida en esos momentos. Pocas horas antes, en un exitoso operativo militar, fuerzas combinadas del ejército chileno encabezadas por el general Augusto Pinochet Ugarte habían tomado el control del país con un cruento golpe de Estado, acabando de esta manera con la desastrosa experiencia socialista chilena que en tan solo 3 años estaba llevando al abismo al vecino país del sur. Pinochet se quedaría 16 años en el poder.
Y también un día como hoy hace 22 años, dos aviones con vuelos comerciales de American Airlines y United Airlines comandados por terroristas radicales islamistas y repletos de pasajeros se estrellarían contra las Torres Gemelas en el corazón mismo del distrito financiero de Wall Street en pleno Nueva York. Nadie podrá olvidar dónde se encontraba al momento de observar las impactantes imágenes que nos traía la televisión transmitiendo el espantoso y estremecedor evento en vivo y en directo. Pocos minutos después en medio de una intensa polvareda, gritos desgarradores de la gente, valientes rescates de los bomberos y desconcertados ciudadanos que salían como zombies de los escombros, las inmensas moles de fierro, concretos y vidrio se desplomarían. Seguirían momentos que mantuvieron en vilo el planeta entero ante la inminencia de algo que parecía el principio de una conflagración mundial de magnitudes nunca antes vistas. El mundo nunca sería el mismo luego de este atentado, considerado el peor y más impactante registrado en la historia.