Cultura

TELÉSFORO, PANCRACIO Y LA NATIVITATIS

Por: Erus Símera

¡Era verdad! Telésforo no exageraba al presumir del nacimiento de su abuela. El pesebre estaba al centro de una montaña que se elevaba hasta el techo, a sus pies había un valle y un río, todo coloridamente iluminado y poblado de pastores, animales, peces, querubines, plantas, aves y reyes magos. ¡Eran cientos! ¡Era enorme! Construido cada año, centímetro a centímetro, por una
anciana pequeñita, cuyos zapatos “taco diez”, no dejó de usar nunca, ni siquiera para subirse a la escalera a colgar la estrella de Belén.

—“Ovidio Nasón mal narigado”, queriendo decir mentiroso, dijo Pancracio citando a Quevedo. Luego se propusieron hacer honor a tal maravilla, convirtiendo las figurillas de yeso en alejandrinos. Telésforo hizo de niño bueno, Pancracio del malvado Grinch y juntos les dejaron una sorpresa.

MEMINISSE, QUAE

Por Telésforo Picón

De pronto apareció, por más que un santiamén,
pero escribió esa noche, sobre un pobre pesebre,
que sea Navidad y la Tierra celebre.
Las estrellas recuerdan la estrella de Belén.

Rebuznando anunció la llegada del Rey,
con sus largas orejas, un cansado pollino
fue el primero quizás, que oyó llorar al niño.
Los jumentos recuerdan al burro de Belén.

Leche vino a ofrecer a María y José,
entonces escuchó quién sería Jesús,
—¡Dios mío, es el Mesías! Y le dio un patatús.
Las vaquitas recuerdan la vaca de Belén.

Al que un bello ángel dijo: —¡Hey, levántate y ven!
¡Alégrate! ¡Ha nacido! ¡Llegó la buena nueva,
vamos a ver al niño debajo de esa estrella!
Los pastores recuerdan al pastor de Belén.

¡Muy feliz Navidad! Don Pancracio, mi amigo:
Te deseo un buen pavo, salud, amor y vino.

ET RECORDABOR

Por Pancracio de la Manuela

¿Lo que recuerdo yo? Pavo bien chamuscado.
Lo que quiero olvidar: a mi perro asustado.
Paquetes de regalos de envidiosos recuerdos,
destinados a idiotas que aguantar presumiendo.

¿Lo que recuerdo yo? Pellizcados cachetes.
Lo que quiero olvidar: a los tíos coñetes.
Los foquitos quemados, las bolas de cristal,
los abetos de plástico, las varas de chispear.

¿Lo que recuerdo yo? El puré de camote.
Lo que quiero olvidar: que de suegra se rote.
Lamentos de cocina cuando está todo rico
y a medianoche orar al niño Manuelito.

Lo que hay que recordar antes de ir a cantar,
que más que amor y paz, y más que ser cristianos,
jamás hay que olvidar el ser todos hermanos.
Mi querido Telésforo: —¡Eso es la navidad!

¡Feliz Navidad queridos lectores!

 

 

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