Por Luis Yunis
Como usted sabe, el 6 de diciembre de 1988 es la ominosa fecha en que la política destruyó a las tres instituciones que hasta ese entonces se encargaban del orden público y de la seguridad interna del país; de un solo plumazo y sin medir consecuencias, instituciones como la Benemérita Guardia Civil (de donde usted procede), la Guardia Republicana y la Policía de Investigaciones (de donde yo procedo) fueron arbitrariamente humilladas y despojadas de sus bien ganadas batallas y merecidos lauros.
De aquella fatídica fecha (de la cual usted y yo no tenemos culpa) han transcurrido 35 años, y sólo quedan algunos supervivientes en actividad de aquellas valerosas instituciones diseminadas en lo que ahora es la Policía Nacional del Perú, pero somos los que estamos en el retiro los que vemos con mayor claridad e impotencia el debilitamiento y fragilidad de la institución que tiene sagradas tareas constitucionales que no puede asumir justamente por culpa de la misma política que la vilipendió y que la sigue ahogando como si se tratara del enemigo.
Estimado ministro, si por mi fuera retrotraería la Ley 24949 y repondría las cosas a su estado anterior (el Derecho Constitucional lo permite) pero la presente sugerencia no se trata de ello, simplemente se trata de ayudarlo a contestar algunas interrogantes que no son nada del otro mundo, es simplemente un asunto de cálculo y sentido común. (Recuerde que el Parlamento lo pondrá contra la pared y es mejor estar preparado).
- El 6 de diciembre del año pasado, doña Dina anunció para el 2024 la puesta en marcha de un agresivo programa de patrullaje policial en todo el país, como parte de la lucha contra la inseguridad ciudadana, para lo cual dijo, “se ha aumentado el presupuesto de la Policía Nacional, y se piensa tener 1,000 vehículos para el apoyo de patrullaje en las calles”; al respecto, el país tiene 1874 distritos a 3 camionetas cada uno de ellos, serían 5,622 vehículos, pero usted me dirá, solamente tenemos 1,495 comisarías. Yo le contestaría de inmediato que construya las 379 restantes porque eso implica presencia del Estado en todos los rincones del país, y con ello mejor control del orden público.
- Además, usted sabe que de esas 1495 comisarías existentes, 858 carecen de internet, 415 no tienen acceso al sistema de requisitorias, 322 no cuentan con vehículos motorizados y en su mayoría se encuentran en situaciones deplorables; al respecto, ha hecho algo o todo sigue igual.
- La mandataria, en su discurso del 6 de diciembre también señaló: “que para el 2024 el presupuesto destinado a luchar contra la criminalidad superará los 5,000 millones de soles, lo que se traducirá en más comisarias, más policías patrullando nuestras calles, y más operativos policiales”, y usted ha asumido la cartera desde el 21 de noviembre, por favor explíquenos cuántas comisarías ha construido, qué equipos ha renovado, cuántos vehículos ha adquirido; en fin, infórmenos por favor. (Tenga la respuesta a flor de labios porque el congreso no se lo perdonará).
- Doña Dina también precisó “un aumento de 136 millones para el patrullaje policial que asegurará la cobertura en todas las regiones, además se ampliara la disponibilidad de vehículos a través de alquiler de mil unidades, con cobertura completa de seguros y mantenimiento”; sin ánimo de incomodarlo, quisiéramos conocer si ya se hizo tales coberturas y cuáles son sus resultados, porque policía en retiro viejo como soy y armado hasta los dientes como en mi buena época, la calle ya me asusta y las noticias de la criminalidad sigue en aumento.
- La presidente, también dijo que “de forma complementaria, se aumentará 400 millones al presupuesto de los gobiernos locales para el patrullaje y vigilancia municipal, con énfasis en las regiones con mayores índices delictivos, como el Callao, Lima, Cusco, Ayacucho, Lambayeque y Piura”, sabe usted, señor ministro, si ya se hizo ese aumento, tiene seguimiento al respecto, existen resultados sobre el particular o sólo fue puro anuncio barato; por favor, diga algo a su favor, o en todo caso a favor de la Policía Nacional.
- Finalmente, la señora Boluarte también manifestó “En mi condición de jefe supremo de la Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, quiero ratificar que mi gobierno sigue avanzando para potenciar la capacidad operativa de nuestra Policía Nacional, dotándola de la logística que requiere para el mejor desempeño de sus labores”; sobre el particular, cuáles son esas potencialidades que se le ha hecho a la institución, cómo ha mejorado su capacidad operativa y cuál es la logística que se le ha brindado para que nuestra PNP desarrolle sus actividades. Son preguntas de buena fe y que seguramente el Congreso se las hará con mayor profundidad y le pedirá explicaciones a detalle.
- Todas estas interrogantes, señor Torres, son válidas. Usted es un funcionario público que debe darnos las explicaciones del caso, pero lo más importante es que si la Policía Nacional del Perú tuviera el respaldo político y con ello la debida inversión en reformar sus infraestructuras en todo el territorio nacional con la debida tecnología, equipamiento, preparación y capacitación, simplemente no se necesitaría declaratorias antojadizas de situaciones de emergencia o el pedido desesperado a las Fuerzas Armadas para que lo ayuden a mitigar su responsabilidad política en el ejercicio de ordenar la casa y poner orden en el tema de la inseguridad.
- Espero haberlo ayudado a ordenar sus ideas o espero sencillamente a que usted en el Congreso diga todo lo que tenga que decir a favor de nuestra maltratada Policía Nacional del Perú y se vaya con la frente en alto. La historia se lo agradecerá.
Bueno, más claro, el agua. En situaciones extremas, medidas extremas. Las acciones contra la criminalidad actual no sólo es gestión policial, es un tema ESTRATÉGICO, en donde el análisis demuestra tácitamente que la figura política es esencial y determinante. Ahora, la policía es la entidad encargada de la seguridad interna de la nación, no las fuerzas armadas, donde estas sólo toman acción cuando ya se convierte en una situación de “subversión”, y se logra una acción de “estado de sitio”, por lo tanto la tarea es policía. Finalmente esto seguirá siendo algo imposible de cumplir con nuestro absurdo poder judicial. Conclusión, solo se podrá lograr éxitos tomando el toro por las astas, reformando rotundamente el poder judicial, creando normas muy duras contra la corrupción, creando la pena de muerte contra el homicidio calificado, las violaciones a menores, y cadena perpetua a los asaltantes con arma mortal, feminicidios, y violaciones a mayores de edad, no olvidar la prisión de no menos de 25 años a los ladrones de “celulares”