Internacional

MUNDIAL QATAR 2022.

Por: Ricardo León Dueñas

Si bien la elección de la sede de este mundial ha sido materia de severos cuestionamientos y hasta investigaciones de toda índole, amén de acusaciones de extrañas muertes de obreros supuestamente esclavizados en las construcciones de los imponentes estadios en los que se juegan, también viene siendo una vitrina para que el progresismo continúe con sus campañas de politizar toda actividad para exhibir -e intentar imponer- sus posturas ideológicas.

El famoso brazalete arcoíris (parte de la campaña One Love) que debían llevar los capitanes de las selecciones para reclamar por la comunidad LGTBIQ+ fue un fracaso, la FIFA –acertadamente esta vez- anunció que se penalizará tal conducta. Nadie puede estar en contra de la libertad de expresión sea donde sea ni de los derechos de las minorías, pero hay momentos para ello y el desarrollo de un juego mismo no puede ser contaminado con cuestiones políticas…y ojo para ningún lado del espectro político (Hitler lo quiso hace en las olimpiadas de 1936 y le fue pésimo). Ahora la selección alemana se toma una ridícula foto con todos sus integrantes tapándose la boca para demostrar que en el país anfitrión no se respeta la libertad de expresión.

El resultado: seguramente muy preocupados de estos temas el siempre poderoso conjunto alemán -frecuente animador de estos certámenes (nada menos que tetracampeón del mundo)- perdió su partido inaugural con ¡Japón! ¿No será momento que los jugadores de fútbol empiecen a hacer lo que saben en la cancha y se dejen de cojudeces extradeportivas… y encima progres? Digo nomás.

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