Por Juan Carlos Suttor
Apreciado lector, tal vez usted me tilde de pesimista con respecto a mi percepción de Perú en el año 2025. Yo solamente creo que soy realista y lo explicaré a continuación.
Entramos a un año de campaña electoral con, por ahora, 39 partidos en contienda, gracias al delincuente Martín Vizcarra, al “politólogo especialista en temas electorales”, el caviar Fernando Tuesta y a la cantidad de peruanos cojudos e ignorantes que en un referéndum en el 2018 votaron a favor de los cambios a nuestra Constitución Política, que hoy nos tienen como estamos.
Después de un 2024 de escándalos, creo que en el 2025 veremos a un Poder Ejecutivo cada vez más embarrado y ahogado en sus mentiras e intríngulis. Además del tema de los Rolex, de las joyas, de los “Waykis en la sombra”, del sospechoso paseo a Asia del Sur, de la rinoplastia, del asesinato de Nilo Burga, involucrado en el caso Qali Warma y del reciente nombramiento de la suboficial de la PNP Ruth Ligarda, conocida también como “la sombra” de la mandataria, que cuenta con el aval de los despachos de Relaciones Exteriores e Interior, como personal auxiliar de la agregaduría policial de la Embajada del Perú en España. ¿Qué podemos esperar no?
Con respecto a la rinoplastia de la presidente, estimado lector, usted que es inteligente, si tuviera un problema respiratorio, que es lo que dicen que tenía la presidente, ¿acudiría a un cirujano plástico o a un otorrinolaringólogo, especialista en oídos, nariz y garganta? En lo personal, a mí me produce mucha indignación que la presidente crea que los peruanos somos idiotas. Desgraciadamente ese es el primer objetivo de la izquierda a la que pertenece la mandataria: Mantener a la ciudadanía en la idiotez.
Si le dio la gana de jalarse el pellejo, aunque la mujer no tenga remedio, bien por ella, tiene todo el derecho, pero por favor, que diga la verdad y no siga enredándose en mentiras que los que tenemos dos dedos de frente no creemos.
Más mentiras o promesas incumplidas en su maratónico discurso del 28 de julio son: los proyectos de ley para fusionar dos pares de ministerios en un plazo no mayor de 30 días; el proyecto vial “Longitudinal de la Sierra Tramo 4″ que sería adjudicado en el cuarto trimestre del 2024, pero ello no ha ocurrido; la adjudicación del Parque Industrial de Ancón para el último trimestre del 2024, que tampoco ha ocurrido; o la adjudicación del Grupo 3 del Plan de Transmisión Eléctrica, con una inversión de 134 millones de dólares; la operación y mantenimiento del nuevo hospital de emergencia de Villa El Salvador y el proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Puerto Maldonado, que tampoco han ocurrido, entre otros.
Lo próximo que se nos viene este 2025 es el viaje de la presidente a la ciudad de Davos en Suiza para participar de la 55° reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF). Me pregunto cuánto podrá aportar Dina Boluarte a dicho importante evento y cuánto podrá entender de lo que se hable allí, a pesar de los traductores, porque tenemos muy claro que, además de no hablar inglés y hablar mal el español, sus capacidades son muy limitadas. ¿Cuánto le costará este viaje a los que pagamos impuestos?
Por lo pronto, el 1ero de enero, nuestra Cancillería, en un hecho estúpido, absurdo, saludó a la dictadura de Cuba por su Fiesta Nacional, fecha acuñada por el triunfo de la Revolución, ese día de 1959. La semana pasada también, el diario La República, afín a la presidente, al IDL y al rojerío en general, publicó que el gobierno de Dina Boluarte cambiará los indicadores de medición de la pobreza en el Perú para su beneficio, poniendo en riesgo la autonomía del INEI al imponer nuevos factores de medición de pobreza multidimensional. En fin, estoy seguro de que nos enfrentaremos a más mentiras.
En cuanto a nuestro Congreso, a nivel de prostíbulo desde hace muchos años, hoy agravado por las últimas denuncias no comprobadas y el asesinato de una empleada, no espero nada, salvo que el partido de Plata como Cancha se aparte del control del mismo y se pueda hacer algo diferente y mejor. Lo dudo.
Es el peor Congreso que hemos podido tener, aunque tenemos congresistas muy valiosos como son Maricarmen Alva, Fernando Rospigliosi, Ernesto Bustamante, Alejandro Cavero, Patricia Juárez, Roberto Chiabra, Patty Chirinos, Adriana Tudela, José Cueto, José Williams, Norma Yarrow, Jorge Montoya, Alejandro Muñante, Alejandro Aguinaga y Gladys Echaíz. Espero no olvidarme de alguien valioso, creo que no. Estamos hablando del 12% del Congreso, el resto, la gran mayoría, son “niños”, “mochasueldos” “terrucos”, gente que se encuentra con diversas denuncias y otros que ni trascendieron ni destacaron.
El próximo Congreso sin duda será peor, por la dispersión del voto. Ojalá muchos de los congresistas que he mencionado antes quieran postular a la Cámara de Senadores.
En cuanto a nuestro sistema judicial, ¿Qué podría esperar para este 2025? Lo cierto es que mientras los fiscales Rafael Vela y José Pérez, traidores a la patria, corruptos, sigan en libertad; mientras no se culminen los juicios contra Ollanta y Nadine Humala, Alejandro Toledo, Martín Vizcarra, Pedro Castillo o no se inicie el juicio contra la diosa del IDL, Susana Villarán, no espero nada. Solo roguemos no caer en algún caso de este sistema tan corrupto.
Hacia el 2026 y las elecciones, lo importante no es quién vota, sino quién cuenta los votos y eso ya pasó en el 2021 y en la ONPE seguimos con el tan cuestionado Piero Corvetto.
Estimado lector, disculpe usted mi franqueza, es mi punto de vista, no optimista, no pesimista, tan solo realista.
¡Feliz 2025!
Ya lo sabemos, sus ideología contaban con que la inauguración de Chancay habría tema para un año y no ha sido así. La nueva carretera central debería ir por dónde dice el colegio de ingenieros desde la chutana, que se terminaría en 5 años.