Iglesia

LA LEY CIPRIANI DE ACCIÓN-REACCIÓN Y LA TRAMPA ESCONDIDA

Por: María Ximena Rondón

Toda acción provoca una reacción, indica una de las leyes de la física, la cual es la mejor analogía para explicar todas las acciones relacionadas con el Cardenal Juan Luis Cipriani, así como algunos señuelos que están esparcidos en una estrategia cuidadosamente planeada que busca hacer caer en trampas a ciertos adversarios y dominar el juego político.

Se pueden distinguir dos polos: la izquierda y la derecha. Podríamos considerar el inicio de este “problema físico” con la distinción otorgada por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga al purpurado. El también conocido Porky es un personaje repudiable desde el punto de vista de la izquierda y el progresismo en el tablero de juego de la política. Además, este representa aquellas ideas que combaten, así como Cipriani, quien es la gastritis de quienes victimizan a los terroristas y defienden los retorcidos derechos humanos. Todo este bagaje provocó la reacción de la izquierda, incluso consideramos que pudiera tratarse de un señuelo hacia una trampa para demoler la moral de los católicos y conservadores.

Resulta que el polémico contenido de la obra de teatro “María, Maricón” desató una reacción en los católicos y ciertos sectores de la derecha conservadora, la cual derivó en la cancelación del evento. Sin embargo, surgió una reacción que, proviniendo de uno de los herederos de los Apóstoles de Cristo deja mucho que desear. El ilustrísimo Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo emitió un comunicado donde expresaba su simpatía hacia los organizadores y productores de una obra de teatro que iba en contra de su fe y humillaba a quienes defendieron las perpetraciones contra la Madre de Dios. Definitivamente por gente como él es que la Segunda Venida de Cristo se vuelve una esperanza cada día.

¿Quién podría llamar a la policía porque la gente reza por uno ante su casa? ¿Quién tiene una reacción que va en contra de la Iglesia a la que representa? Honestamente, no sabemos qué criterio tuvo el Papa Francisco para elegir a un sujeto como Mons. Castillo como Arzobispo de Lima.

Este posicionamiento del obispo le costó la elección de la presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), lo que no le trajo mucha alegría.

Dejando de lado a la víbora izquierdista llamada P.Jordi Bertomeu (a quien podríamos categorizar como uno de los fariseos a los que criticaba Jesucristo en el Evangelio), si entramos al terreno de la “especulación responsable”, es interesante que luego del golpe a Mons. Castillo, se haga pública la noticia de un presunto abuso perpetrado por el Cardenal Cripriani, quien ha hecho su descargo y señalando que su versión no ha sido escuchada.

Este movimiento para tumbarse a Cipriani debe verse con los ojos del tablero de juego político: al ser católico y conservador, ese presunto yerro empaña la autoridad moral de quienes son de derecha, católicos y conservadores. Además de ser un golpe bajo hacia el Opus Dei, del que el Cardenal es miembro.

El odio y resentimiento social hacia “el opus” se debe a que según la concepción popular sus integrantes son únicamente miembros de la clase alta social del país y que son elitistas. El problema es que están totalmente ciegos, pues hay personas de toda condición, raza y clase social que buscan seguir la Doctrina Social de la Iglesia. Y sí, está situación embarra a los empresarios y personalidades importantes que militan en el Opus Dei, como el alcalde Rafael López Aliaga.

La izquierda seguirá empleando leyes de la física para deshacerse de sus adversarios políticos. No les importará embarrar nombres ni molestarse en comprobar acusaciones graves. Tenemos la teoría de que seguirán realizando acciones que pueden provocar reacciones calculadas por ellos y que les servirán para ganar terreno en la arena política y social.

¿Qué se puede hacer? Conocer mejor al enemigo. Recomendamos la lectura del “Arte de la Guerra” y la dialéctica aristotélica para elaborar una estrategia que desemboque en una reacción que ponga en jaque a los adversarios.

Hay una frase muy interesante que se repite en la saga Dune de Frank Herbert: “Planes dentro de otros planes”.

El contraataque debe considerar esta idea. Hay algo mucho más repugnante esperando el momento indicado para salir.

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