
Por: Mag. Marjorie Calcina Cateriano*
Todas las universidades están muy enfocadas en mejorar en diversos aspectos, es así que están adoptando procesos como la transformación digital, sostenibilidad e innovación, con el principal objetivo de elevar su nivel académico y contar con egresados altamente competitivos. Pero, para lograr esta competitividad hay un factor clave y relevante: lograr el bienestar integral de los estudiantes.
Debemos tomar en cuenta que los estudiantes tienen que enfrentar diversos escenarios de estrés, como son las evaluaciones, asimismo, deben establecer relaciones sociales, por lo que es responsabilidad de toda la comunidad universitaria lograr un entorno que genere bienestar personal, una visión optimista y un sentido de comunidad.
Es elemental que el alumno perciba que se encuentra en un ambiente seguro, que le da la oportunidad de desarrollar actividades recreativas y culturales interesantes, que sienta que cuenta con el apoyo de familiares, compañeros, profesores y administrativos. Si un estudiante percibe que las relaciones se desarrollan en un ambiente de cordialidad y respeto, que puede realizar actividades de voluntariado y experimenta que su formación académica lo está preparando para ser un agente de cambio, tiene alta probabilidad de tener un alto rendimiento, ya que la experiencia de plenitud está relacionada con el rendimiento y el éxito académico.
Por eso, así como es importante tener altos estándares de calidad en el proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación, también es crucial generar un ambiente de confianza que influya positivamente en la obtención del éxito académico y el bienestar personal. Para ello, se necesita, entre otras cosas, trabajar en el vínculo de los docentes con los estudiantes, generar la aproximación de los profesores es esencial, ya que muchos de ellos se han formado en contextos excesivamente jerarquizados y poco cercanos a sus docentes cuando eran estudiantes.
Los sistemas de gestión de calidad deberían incluir diversas iniciativas de sensibilización sobre este asunto, basados en información que refuerce las oportunidades de mejora, no sólo para el logro del bienestar estudiantil, sino que sea extensible a la mejora de docentes y administrativos, sentando con ello mejores condiciones para un mejor desempeño.
Por lo señalado, el logro de bienestar en los estudiantes también se tiene que traducir en iniciativas para lograr el bienestar de todos los miembros de la comunidad, ya que se relacionan entre sí, permitiendo una mejor sinergia e impacto en las iniciativas de promoción de esta búsqueda. Por ello, resulta evidente el deber de optimizar el sentido de comunidad, mejorando los espacios académicos para el fomento de relaciones armoniosas y ambientes de confianza enfocados en incrementar el bienestar, a fin de lograr mejores rendimientos, implementando estrategias efectivas que apoyen el desarrollo integral.