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SI SOLAMENTE FRANCISCO PIZARRO Y HERNÁN CORTES HUBIESEN ESTADO A CARGO DE LA PACIFICACIÓN DE AFGANISTÁN

Las fracasadas incursiones en Afganistán tienen el mismo patrón de conducta, intentan cambiar el comportamiento cotidiano de la población desde la idea de Estado nación

Por: Jeffrey Kihien 

La historia ha formado una leyenda de derrotas a todo intento de colonización e invasión del islámico país de Afganistán por parte de protestantes anglosajones, comunistas soviéticos y recientemente la coalición de democracias occidentales liderada y financiada por los protestantes de los Estados Unidos de Norteamérica. Los mismos errores son cometidos cada cierto periodo de tiempo, con la pérdida de vida y muchísimo dinero, que al final no soluciona nada, por el contrario, ahonda más la división abonada por la doctrina marxista de la lucha de clases. El marxismo utiliza cualquier ideología para derrotar a sus enemigos; la libertad y la iglesia católica.

Las fracasadas incursiones en Afganistán tienen el mismo patrón de conducta, intentan cambiar el comportamiento cotidiano de la población desde la idea de Estado nación, allí en donde el Estado nación no existe. Afganistán tiene una organización tribal, en donde el individuo primero tiene fidelidad a su clan, luego a una de las catorce tribus reconocidas por la Constitución afgana, existiendo sin embargo muchas más, y otras tantas en formación desde la introducción del relativismo ideológico por los comunistas Soviéticos y ahora ultimo por los norteamericanos en las escuelas que promovieron.

Un clan numeroso se reclama tribu y exige su cuota de poder. Es por eso que Afganistán no puede ser considerado como una nación en donde el Estado tenga el monopolio de la violencia. No existe la idea republicana de la separación de poderes con la finalidad que cada poder controle al otro, mucho menos el concepto de vida individual en libertad en donde todos tienen los mismos derechos siempre y cuando se respeten los derechos de los demás.

Tras veinte años de ocupación la OTAN se retira de Afganistán, se han invertido USD $83,000 millones intentando formar un Estado nación a partir de un ejercito bien equipado y entrenado que apoye y fomente la democracia. El concepto y el plan no funcionó. El ejercito se desintegró apenas el comando de la OTAN se retiró del país y, no creo existan cortes que los juzguen por deserción. Agosto es el mes en que se empieza a preparar para el invierno y cosechar lo que queda, además de trabajar los campos para la próxima siembra, y ahora sin la OTAN el opio es nuevamente una opción. La invasión no cambió ningún patrón cultural, no estableció el concepto de la libertad individual, más bien sirvió para que algunos amasaran inmensas fortunas. Esos algunos son los primeros que abandonaron Afganistán.

Quinientos años atrás, España católica, después de ocho siglos de guerra constante logra expulsar a los musulmanes de la Península Ibérica y de Europa, y planea seguir guerreando contra ellos en sus propias tierras, dando la vuelta al globo y atacándolos por la espalda, pero se encontraron con América.

Hernán Cortés con poco más de quinientos hombres conquistó el Imperio Azteca luego Francisco Pizarro con trescientos soldados realizó la misma hazana en Sudamérica, con el Imperio Incaico. No fue la tecnología un factor primordial, más sí la ley y el arte político de la negociación y alianzas. El español que llegó a las Américas lo hizo para quedarse y formar familia, por orden real tenían la obligación de evangelizar y respetar la ley y la autoridad local, y sobremodo tratar a los “naturales” de las Américas como un igual, como un súbdito del rey. Si Cortés y Pizarro hubiesen llegado a Afganistán, inmediatamente se hubieran asociado con los Tajik y los Uzbek, ofreciéndoles igualdad ante la ley a cambio de apoyo para derrotar al enemigo común, los talibanes, sus soldades ya estarían con familias construyendo iglesias y fundando escuelas y universidades, utilizando el mestizaje, herencia romana, para absorber el nuevo territorio, no es sometimiento mas si integración.

En veinte años, Pizarro y Cortés hubiesen llevado el idioma y atraído mas inmigrantes a una tierra llena de oportunidades y en donde todo esta por hacer. Pero el modelo de conquista anglosajón no es el mestizaje, ese es el problema de sus fracasos. España y antes Roma conquistaban y asimilaban con el acero, la pólvora, la cruz y el mestizaje, y les funcionaba muy bien, no hay motivos para pensar que no funcionaria en estos tiempos modernos.

La OTAN ha dejado un arsenal en Afganistán en manos de fundamentalistas que consideran ir a la guerra es un triunfo en sí, esperemos que la temporada de siembra y cosecha terminen, que el invierno se vaya para ver las consecuencias. Para la próxima invasión, es necesario enviar a un Pizarro o a un Cortés, para que se casen y generen confianza en una sociedad tribal. La familia en sí, es un arma política y de conquista y el mestizaje es la fórmula de la paz duradera.

 

 

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