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PETROPERÚ: DIRECTORIO ENCABEZADO POR OLIVER STARK PRESENTA SU RENUNCIA ANTE INACCIÓN DEL EJECUTIVO

Se pierde un directorio conformado por profesionales de primer nivel. La empresa estatal seguirá a la deriva

La renuncia del directorio completo de Petroperú ha generado una fuerte crisis en la gestión de la empresa estatal y en la escena política. La decisión fue motivada por la falta de acción del Ejecutivo, especialmente en la aprobación de un Decreto de Urgencia que hubiera permitido la entrada de un operador privado para mejorar la situación financiera de la compañía. Las tensiones entre el directorio y el gobierno reflejan un desacuerdo profundo sobre la estrategia para salvar a Petroperú, generando incertidumbre sobre su futuro y su sostenibilidad económica

Los directores señalaron la falta de acción por parte del Gobierno, que no aprobó el Decreto de Urgencia  que hubiera permitido enfrentar los graves problemas financieros de la empresa. Esta renuncia refleja un desacuerdo con las condiciones impuestas y la falta de claridad en la hoja de ruta para salvar a Petroperú.

Es así que el directorio de Petroperú, encabezado por Oliver Stark Preuss, renunció en pleno debido a la falta de respuesta del Gobierno frente a la crisis financiera de la empresa. Designados por la Junta General de Accionistas, los directores alertaron desde el inicio de su gestión sobre la insostenibilidad de la petrolera, pero no se tomaron decisiones clave. En sus cartas de renuncia, manifestaron que la situación actual hacía inviable continuar con sus responsabilidades. Pedro Gamio, miembro del directorio, destacó la urgencia de una reestructuración financiera para evitar la quiebra y estabilizar a Petroperú.

Según el directorio, era vital adoptar una estrategia a largo plazo, más allá de soluciones temporales, que permitiera reestructurar la compañía y sincerar las cuentas entre lo que la empresa había aportado al Estado y lo que había recibido. La falta de un plan adecuado para asegurar su viabilidad económica llevó a los directivos a tomar esta decisión colectiva. Asimismo, advirtieron que la quiebra de Petroperú podría resultar en la imposibilidad de pagar sus deudas y, por tanto, pondría en riesgo no solo la compañía, sino también la inversión estatal en ella.

El directorio saliente  piensa que Petroperú estaba “en cuidados intensivos” y que la inyección financiera no era suficiente para asegurar su recuperación. En conclusión, la falta de acciones concretas y estratégicas por parte del Gobierno, en medio de una crisis financiera apremiante, fue lo que forzó al directorio a renunciar.

El directorio dejó claro que no se responsabilizaría de cualquier norma o decisión legal que pudiera ser tomada después de su renuncia, reflejando una profunda discrepancia con la gestión del Gobierno respecto a la dirección de la compañía. La situación de Petroperú, una de las empresas más grandes y relevantes del país, pone en el centro del debate la necesidad de acciones más estructurales y eficaces por parte del Estado para asegurar su sostenibilidad financiera y su papel estratégico en la economía nacional.

1 comentario

  1. ¿Se necesita una empresa estatal tan ineficiente? Vender todos sus activos sería lo mejor, si es que hay alguien que quiera comprar. El estado es pésimo empresario, porque no busca la competitividad, sino que cada gobierno convierte las empresas estatales en agencias de empleo partidista, y tanto comechado, se beneficia perjudicando al resto.

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