Política

NUEVA CONSTITUCIÓN O MUERTE

Por: Uri Landman

El fin de semana se llevó a cabo el congreso partidario de Perú Libre con la participación de Pedro Castillo y de Vladimir Cerrón. Durante el discurso principal, el cual estuvo a cargo de Cerrón, éste afirmó su determinación de llamar una asamblea constituyente a través de un referéndum para que se redacte una nueva constitución. Al momento de cerrar el evento, uno de los camaradas arengó a los asistentes a voz en cuello, la frase con la que hemos empezado este artículo “nueva constitución o muerte”.

¿No se suponía que el tema de la nueva constitución se tenía que definir a través de un referéndum, al margen de la constitucionalidad del mismo? ¿Entonces, cómo puede ser que ahora nos amenacen con la frase nueva constitución o muerte? Queda la pregunta flotando: ¿los que no queremos una nueva constitución, seremos acusados de sedición como ya está sucediendo con los periodistas críticos al gobierno?

Otra de las ideas que escuché durante el discurso de Cerrón, fue que ellos no iban a permitir que el Congreso de la República sea un obstáculo en su camino hacia la nueva constitución. Aquí, planteo la siguiente interrogante: ¿ello significa que cerrarán el congreso si los partidos democráticos se oponen a la asamblea constituyente? Desde mi punto de vista, lo más probable es que Perú Libre intente establecer una asamblea constituyente de manera paralela al Congreso, tal y como sucedió en Venezuela.

En este punto, quisiera hacer un breve paréntesis y mencionar lo que dijo Castillo en su discurso de proclamación como Presidente en el JNE. En dicho discurso dijo: “Vamos a combatir el terrorismo venga de donde venga”. ¿Cómo es eso de “venga de donde venga”?

El terrorismo en nuestro país, solamente ha venido desde un lado. Han sido las ideologías sanguinarias de izquierda, del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) quienes han asesinado miles de personas durante la llamada “lucha armada” en su anhelo de tomar el poder. Por desgracia para ellos, nuestras heroicas fuerzas armadas, derramando sangre, sudor y lágrimas los derrotaron después de años de trabajo de inteligencia, acciones antisubversivas en colaboración con la población civil y de miles de bajas de soldados y policías, llegando finalmente a apresar a sus altos dirigentes y terminar con los planes terroristas de destruir el país.

Regresando al tema principal de este artículo, el afán de los comunistas de imponer una nueva constitución, es preciso aclarar un par de puntos que son de vital importancia. Según el artículo 206 de la constitución actual “Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable,  en cada caso, superior a los dos tercios del número legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el Presidente de la República.”

Luego el artículo 206 continua: “La iniciativa de reforma constitucional corresponde al Presidente de la República, con aprobación del Consejo de Ministros; a los congresistas; y a un número de ciudadanos equivalente al cero punto tres por ciento (0.3%) de la población electoral, con firmas comprobadas por la autoridad electoral”.

Sin ser constitucionalistas podemos leer que en ninguna parte de este artículo se menciona o sobreentiende el término “asamblea constituyente” como mecanismo para modificar la constitución y menos hacer una totalmente nueva. Primero se tendría que cambiar este artículo de la constitución (introduciendo el mecanismo de la asamblea constituyente), para luego poder proceder a convocar un referéndum para establecer un cambio constitucional mediante una asamblea constituyente. Pero este cambio, primero tendría que ser aprobado por el congreso a través de los requisitos establecidos en la primera parte del artículo 206.

Por eso cuando Cerrón, Castillo y compañía dicen que van a recolectar las firmas para llamar una asamblea constituyente o le van a exigir al congreso que convoque una, nosotros sabemos que ello sería inconstitucional o en pocas palabras un golpe de estado de los comunistas.

Ya he tratado en artículos anteriores lo absurdo que puede ser cambiar una Constitución porque ya pasó de moda o porque el “contrato social” ya dejó de ser válido. Existen Constituciones, como el caso de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, que tiene más de doscientos años y estoy seguro que ningún presidente en su sano juicio pretendería hacer una nueva. Para los norteamericanos, la Constitución es parte de su identidad como país. En teoría, las Constituciones se escriben para limitar el poder de los estados sobre sus ciudadanos y para sentar las bases jurídicas de la convivencia en sociedad creando estabilidad y bienestar.

Mi padre decía, que la Constitución más antigua que tenía la humanidad y que seguía vigente eran los Diez Mandamientos. Para los que hemos leído el pentateuco en donde encontramos los Diez Mandamientos que le fueron dictados a Moisés, sabemos que los cinco primeros regulan la relación del hombre con Dios. Los segundos cinco mandamientos, regulan la relación del hombre con su prójimo. Mi padre afirmaba que si los hombres fuéramos capaces de seguir estos últimos mandamientos al pie de la letra, no se necesitarían más constituciones, sino solamente tratados legales para regular las relaciones comerciales entre los hombres.

Evidentemente, como seres humanos, no hemos sido capaces de mantener tan altos estándares morales como los que indican los Diez Mandamientos, pero sería aleccionador al menos tenerlos presentes: “No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No atestiguarás en falso. No codiciarás”.

Cuánto podemos aprender de estos mandamientos que tienen más de tres mil años pero que están más vigentes que nunca.

Sígueme en Twitter en @urilandman para hacer llegar nuestra voz a todo el Perú. Si lo haces, ya seremos dos e iremos sumando.

1 comentario

Dejar una respuesta