Política

GOBIERNO UNIDO PARA DESTRUIR EL PAÍS

Por: Alberto Bendezú

Despues de 53 días de haber asumido la conducción del ejecutivo, Pedro Castillo; hay dos lecturas que la derecha y centro derecha, tendrían, para definir sus perspectivas y accionar político partidario o grupal.

También, es preciso resaltar que desde la segunda vuelta hacia adelante, han surgido colectivos y movimientos ciudadanos que con entusiasmo al comienzo y agrupamiento  primario como un esfuerzo de organización  en bloques; que, luego,  han logrado con perseverancia ganar las calles y desarrollar experticia en manejo de situaciones políticas de acuerdo a la agenda política diaria; aunque, todavía, de manera espontánea y entusiasta.

En cuanto a caracterización y perspectivas, del gobierno,  hay quienes sostienen que este gobierno no tiene rumbo y poco a poco caerían, solos, en desprestigio e ingobernabilidad cavando su tumba y que no llegarían a los 5 años.

Otros; a su vez, dentro los cuales me suscribo,  sostienen que este gobierno tiene rumbo claro y definido que es alcanzar cambiar de Constitución como objetivo principal de corto plazo; inspirados en la enseñanza maoísta “salvo el poder, todo es ilusión”

El aparente desgobierno y  no responder a  temas “difíciles” no significa que no tengan norte ni respuesta a lo que viene sucediendo en el día a día de gobierno.

La explicación es que mientras la opinión pública, influida por la agenda que pone el periodismo especializado y opinólogos, busca respuestas a inquietudes e interrogantes de temas de interés público, el gobierno, precisamente, crea esta atmósfera para distraer y que sirva de comidilla diaria; mientras ellos juegan solos en su cancha, colocando  funcionarios y personal en el aparato del estado e instituciones importantes como SBS, Indecopi, las FFAA, la PNP, PETRO Perú, etc.

La muerte de Abimael Guzmán ha contribuido a generar una aparente y sería disputa en el gobierno, enfrentando a dos facciones: la dura,  representada por Cerrón y Bermejo,  castrista mariateguista; y, por otro lado, la línea aparentemente caviar y  manejable representado por Castillo y Boluarte, representando una línea pro mercado.

En realidad lo que sucede es que, a ambas líneas, las une la convocatoria a asamblea constituyente para cambiar la Constitución “neoliberal”, del 93, “fujimorista y golpista” que “genera corrupción y desigualdad”.

Éstas dos aparentes tendencias son como el agua y el azúcar. Cada una cumple su papel para alcanzar sus objetivos; mientras a la opinión pública la mantienen a la expectativa, ocupada con las interrogantes y comidilla del día para distraerla .

No es casual el desarrollo de los siguientes hechos que abonan a ésta  lectura y explica la situación política actual:

1. El desarrollo de una estructura orgánica, política e ideológica partidaria en el gobierno.

2. La propaganda nacional en medios de comunicación radiales, sobre todo en las provincias, de llamamiento a asamblea constituyente y apoyo con firmas para apoyar la convocatoria para modificar la carta magna

3. El bono Yanapay, con claro propósito de usanza de la mafia lagartiana, de conceder 350 soles al bolsillo de cada poblador urbano y rural afectados por el mal manejo de la pandemia que ha alcanzado a niveles mayoritarios de la población;  sobre todo a los ronderos, campesinos y habitantes urbano marginales; que caerá, muy oportuno, en medio de la gran necesidad actual de comida y manutención.

4. Reconocimiento del Fenatep, de base filoterrorista del Conare, para   constituir en una masa importante movilizable en sus planes inmediatos.

El partido Perú Libre,  tiene en sus planes conseguir convocar una asamblea constituyente fuera de los ámbitos del congreso, donde corresponde; lo impulsarán desde las calles, con una asonada a cargo de turbas paramilitares a nivel nacional.

La respuesta de la oposición democrática debe tener en cuenta; ésos propósitos. Debe continuar movilizando a la población contra el fraude, seguir recogiendo firmas en contra del cambio constitucional, consolidar a la mayoría democrática del Congreso y lograr la vacancia presidencial; hacia nuevas elecciones.

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