Por: Jan Bentz
El Foro Económico Mundial completó su conferencia anual de cinco días el 20 de enero. Aunque la organización promueve una sociedad pacífica y armoniosa, aunque utópica, la prevalencia de la prostitución y los servicios de acompañantes durante la conferencia cuenta una historia diferente.
“Los jefes reservan escoltas a la suite del hotel para ellos y sus empleados”, reveló el gerente de un servicio de escoltas en una entrevista con el periódico alemán BILD poco antes de que comenzara la cumbre. Explicó que los servicios tendrían una gran demanda durante la conferencia. En el momento de la entrevista, ya se habían bloqueado 11 reservas y aún quedaban 25 solicitudes pendientes. Una de sus prostitutas, Liana, explicó que tendría que vestirse con ropa profesional de negocios para evitar el rechazo de los empleados del hotel de lujo. Ella comentó que la demanda de trabajadoras sexuales se disparó durante la reunión del WEF. Los precios también se dispararon, y las trabajadoras sexuales cobraban hasta 2.500 € por noche.
Salomé Balthus, una trabajadora sexual, tuiteó :
Tener una cita en Suiza durante #WWF [sic] significa mirar los cañones de las armas de los guardias de seguridad en el pasillo del hotel a las 2 am, y luego compartir con ellos los chocolates del restaurante y cotillear sobre los ricos… #Davos #WEF.
Balthus se negó a revelar los nombres de sus clientes: “Créanme, no quieren entrar en litigio con ellos”, tuiteó .
La conferencia de este año registró una participación récord de casi 2.700 participantes de diversas posiciones y profesiones en política, economía, banca, relaciones públicas, centros de políticas y sociedad. Entre estos se encontraban 52 jefes de estado y cientos de asistentes de alto rango. Discutieron su visión de “desafiar el futuro” y sus soluciones a los problemas internacionales, como lo expuso Klaus Schwab en su discurso de graduación.
El lema de la reunión de este año fue “Cooperación en un mundo fragmentado”. La atención se centró en las consecuencias de la guerra de Ucrania, la alta inflación, la ‘crisis energética’ y el ‘cambio climático’. Muchas de las presentaciones se centraron en los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU para el ‘ Desarrollo Sostenible ‘. Las celebridades, incluido el actor Idris Elba, proporcionaron un barniz brillante a los lemas globalistas.
El contraste entre lo que predica el WEF y lo que practican algunos miembros es impactante. En el sitio web del Foro Económico Mundial , la “honestidad moral” se enfatiza bajo los “principios de liderazgo ético” como la clave para el éxito de un líder:
Los líderes éticos se dan cuenta de que su poder no está sobre las personas, sino a través de las personas. Los líderes pueden involucrar a las personas en cualquier causa si existe un sentido de misión común y valores compartidos… Para lograr un impacto real, los líderes deben confiar en la autoridad moral.
El discurso de Ursula Von der Leyen anunció que el WEF espera grandes cambios en un futuro próximo:
Las próximas décadas serán testigos de la mayor transformación industrial de nuestro tiempo, tal vez de cualquier época… Y aquellos que desarrollen y fabriquen la tecnología que será la base de la economía del mañana tendrán la mayor ventaja competitiva.
Los principales objetivos del WEF incluyen el fin del hambre en el mundo, la garantía de una mejor atención médica y educación, y el fomento de la igualdad. Adoptan los objetivos de la Agenda 2030 que establecen :
Decidimos, de aquí a 2030, acabar con la pobreza y el hambre en todas partes; combatir las desigualdades dentro y entre los países; construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas; proteger los derechos humanos y promover la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas; y asegurar la protección duradera del planeta y sus recursos naturales.
