Por: José Romero
A estas alturas del proceso electoral, tras una semana de los comicios de la segunda vuelta, hablar de resultados es muy prematuro por más que el candidato Castillo y sus aliados quieran imponer la estrategia de “hechos consumados”, pese a una diferencia aún de menos de 50 mil votos.
Frente a la grave acusación de “fraude en mesa” hecha por la candidata de Fuerza Popular Keiko Fujimori queda hacernos la siguiente pregunta; “¿si esto fue así, dónde estuvo la Oficina de Procesos Electorales (ONPE)? Y sino, ¿ por qué no actúa de oficio y realiza una auditoría no solo a los resultados sino también al trabajo de sus funcionarios en diversos lugares del país, a su software y a proceso de contabilización de actas?
Ampararse en legalismos y pretextos los hacen sospechosos de lo que sin duda ha sucedido en diversas regiones del Perú, básicamente en las zonas rurales. En un resultado estrecho, como evidentemente ha sucedido, cualquier mínima “diferencia” surgida como consecuencia de “malas artes” debe ser esclarecida muy a pesar de algunos “turistas ” que fungen de observadores electorales.
Lo que preveían las encuestas, finalmente se dio. Dieciséis circunscripciones electorales del nororiente, centro, sur costeño y sur andino dieron su voto al comunista Castillo, sin que ello signifique que aquellos que votaron por esta opción sean comunistas. Hartazgo, creencia en una salida “fácil”, antis y otras razones explican ello a lo que se suma un máximo de 10% del patrón electoral que sí asumen su posición comunista.
Por otro lado, Keiko Fujimori obtuvo el triunfo en 11 circunscripciones; el Norte, Lima, Callao, Peruanos e Exterior , la Selva y en la región de Ica. Sin embargo cabe decir que Castillo ganó en las provincias de la serranía de Piura, La Libertad y la provincia de Ferreñafe en Lambayeque.
También debemos señalar el triunfo de Fujimori en las tres provincias costeras de Ancash, la provincia de San Martín en la región del mismo nombre y en Oxapampa en la región Pasco. También debemos destacar los buenos resultados en las regiones de Amazonas, San Martín, Junín (sobre todo en las provincias de la Selva Central, Tarma y Junín) y en la provincia de Arequipa.
Un detalle importante es el triunfo de Castillo en 151 provincias de las 196 y en las otras 45 ganó Keiko Fujimori.
Mención aparte es el porcentaje de ausentismo, siendo éste 25 % promedio total y un altísimo 64% el exterior. Pese a bajar 5 y 14 puntos porcentuales -en relación a la primera vuelta- respectivamente; no fue suficiente. De igualmente en los distritos A-B de Lima el ausentismo bajó de un aproximado 530 mil ausentes en la primera vuelta a 350 mil en la segunda. Lima Metropolitana tuvo un ausentismo de 20.1%, menor que el promedio total (25.4%) y Nacional (23.9% ).
A los que no fueron a votar (6.4 millones) sumemos 1.2 millones entre blancos y nulos (4.7% del total); vale decir 7.6 millones que representan al 30.1 % del total de electores.
Respecto a los siete países donde se concentra el 88 % de los votantes; la asistencia fue USA 28.9%, España 36%, Chile 48%, Argentina 38.7%, Italia 45.8%, Japón 35.4% y Venezuela 21.6%. Al respecto resaltamos la baja asistencia sobre todo en USA que representa 31% del total de electores en el exterior. También es sospechoso que no se supiera inmediatamente la asistencia a urnas en el exterior por la evidente incapacidad (¿solo eso) de los diversos consulados y embajadas del Perú en los decenas de países donde los peruanos votaron.
En cuanto a la votación de Castillo en el sur Andino, debemos destacar que ahí sacó 1,51 millones de “ventaja” con un sospechoso 85% del voto válido cuando todas las encuestas daba un 75% como máximo ¿Se explicaría ello con “el fraude en mesa” señalado por Keiko Fujimori, sobre todo en la zona rural y el VRAEM?
Al respecto del VRAEM, en sus 35 distritos ubicados en Ayacucho, Apurímac, Cusco, Junín y Huancavelica, Castillo ganó en 34 y en 26 de ellos con más del 80%. De todos ellos “destaca” Vizcatán del Ene, donde hace pocos días sendero luminoso asesinó a 16 personas, donde Castillo gana por 95.48%. Pero este porcentaje se “quedó chico” con el 98% con el que ganó Castillo en el distrito El Centinela, Provincia Condorcanqui en la región de Amazonas.
Otro detalle señalado por el diario El Comercio es que los distritos más pobres (en su mayoría rurales) y donde existen “conflictos sociales” votaron por Castillo y los de mayor índice de ingreso per cápita votaron por Keiko Fujimori; pero “da la casualidad” que donde ganó Castillo hay graves observaciones de fraude en mesa, mientras no donde ganó Keiko Fujimori
Están pendientes aún centenares de mesas con pedidos de nulidad, los que deben ser resueltos por el Jurado Nacional de Elecciones, esperemos que de acuerdo a ley y por cierto con independencia.
Entre tanto nada está dicho Incluso ya se habla de la nulidad de todo el proceso de la Segunda Vuelta y por ende la convocatoria a nuevo proceso. Si ello ayudaría a dar legitimidad al próximo gobernante, ésta sería la salida y ello implicaría que se accionen las salidas constitucionales y que todo lo por hacer empiece desde un nuevo RENIEC que depure los miles de muertos que existen en el padrón electoral hasta nuevos miembros de mesa y personal ONPE así como un nuevo JNE , responsables directos de esta situación de incertidumbre, manchada por un manto de ilegalidad.
