Política

¡PORKY PARA TODO EL MUNDO!

Por: José Romero

El triunfo de PPK fue fruto de una serie de episodios, de acuerdos truchos e incluso a un agarrón a los testes convenientemente filmado y difundido  por la prensa.

¿Qué podemos decir tras la casi el fin de un quinquenio que no es sino la continuación  del fracasado ollantanadismo?

PPK no ganó.  Keiko perdió  por errores, incapacidad y falta de valor para enfrentar las maniobras que impidieron su triunfo. Muchas veces no importa perder sino cómo perdemos. Esta segunda derrota  marcó una era de odio, incapacidad y corrupción. Los días posteriores a la segunda vuelta, PPK y la pareja Nadine- Ollanta se reunieron  para sellar un acuerdo. La presencia de gente de la pareja al lado de PPK en los siguientes meses fue la muestra de ese infame acuerdo.

“Gobierno de lujo”; así se vendieron. Un “empresario exitoso” decía ser. Un vulgar lobbysta que metió  mano desde los 60s.

La molicie e incapacidad reflejadas en “los ejercicios amanerados” en las afueras de Palacio, en los partidos de tenis mientras el Norte sufría el Fenómeno del Niño.  Un desgobierno que empezó con un doctor que “jugaba” a ser “negociante”, un ministro “amoroso” y los cubileteos para hacer Chinchero como sea, donde estaba el Lagarto Miserable.

El gobierno de PPK fue una estafa desde un inicio. Su renuncia fue para evitar la vacancia que se venía tras conocerse algunas de sus raterías. En esos 20 meses que duró su sentada en el sillón de Pizarro,  la impericia de una mayoría de 73 permitió que se destruya como un alfajor de ambulante. Pocos dieron la talla y muchos  fueron cómplices del sainete que duró esos meses.

Esos mismos no pudieron hacer nada bien, ni siquiera el merecido indulto a Alberto Fujimori, al que su hija Keiko se negó y boicoteó y en ese entuerto terminó por petardear todo.

El Lagarto Vizcarra sucedió a PPK con la “bendición” sin cortapisas de Fuerza Popular y una clase política parasitaria de la que formaron parte los lescanos, acuñistas, rojos, caviares, morados y otros. A los pocos meses se vería que fue un error. En julio del 2018 Vizcarra empezaría a mostrar los dientes y a vislumbrar lo que sería el 30 de setiembre, el golpe avalado por los democRATAS.

La mayor “obra” del Lagarto, heredada y  sostenida (esperemos solo hasta julio de este año) por su sucesor Sagasti fue la desinstitucionalización y  el copamiento del poder.

Cero obras, pura promesas incumplidas, corrupción  e incapacidad, un  referéndum chavista y un Congreso peor que el anterior. En ese contexto el Covid nos agarró con los brazos abajo. Vizcarra tuvo casi 3 meses para preparar la respuesta y no hizo nada. A él y a  sus cómplices les espera El Sepa por su crimen de Lesa Humanidad. 120 mil muertos, millones de desempleados y cientos de empresas quebradas es la obra de comunistas caviares que hoy desesperados vislumbran el final de su existencia política.

80 mil millones de dólares fueron robados por empresas brasileñas mafiosas y sus cómplices del Club de la Construcción; quienes están despavoridos y usan el poder mediático para frenar al único que se les enfrenta, Rafael López Aliaga.

Entramos a la fecha final. A 20 días del día E, se nos viene a la memoria la narración del gran Augusto Ferrando  en el triunfo de Santorín en el Carlos Pellegrini de Argentina de 1973.

Ferrando narraba. ” Faltan 1100 para la meta..”. Santorín había partido mal y estaba retrasado.

Pero el noble potrillo montado por el gran Tulo Morales nos daría una sorpresa. “Entran al derecho…”.  Santorín estaba ya cuarto. Y es cuando Tulo ajusta y faltando 600 metros para la meta, Augusto Ferrando gritaba…”Santorín alcanzando, Santorín pasando”. Pasó como una luz. Ferrando emocionado hasta las lágrimas gritaba:” ..9 cuerpos de ventaja…”. “No te pares negrito lindo”. Y llegó  a la meta. “Arriba Perú..Santorín para todo el Mundo”. Fueron  13 cuerpo de ventaja.

Hoy seremos Ferrando. A 20 días de las Elecciones, entramos al derecho. Porky entrando; Porky alcanzando; Porky adelante… ¡NO TE PARES GORDITO! ¡PORKY PARA TODO EL MUNDO..ARRIBA PERU! ¡SI SE PUEDE!

 

 

 

La Abeja no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas

 

 

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