Internacional

MICHELLE BACHELET: CON LA VIGA EN EL OJO

Por: Tomás González Pondal
La extraña paradoja entre lo que hacemos y decimos, es que al hacer siempre hablamos, pero al decir no siempre hacemos.
Desde que el hombre vino al mundo, siempre se ha puesto el ojo sobre los hechos y las palabras. No puede ser de otra manera dada la importancia que eso tiene para el animal racional, para el ser de barro con consciencia, para el ser humano que se da cuenta que se mueve inexorablemente en el plano ético y religioso. Hemos aprendido cosas como que “un ejemplo vale más que mil palabras”. O aquello otro del poeta: “obras son amores y no buenas razones”. O ese refrán áspero de: “letra con sangre, entra”. O aquello de San Francisco de Sales: “Vale más un poco de miel que un barril de hiel”.
Y en el camino recorrido uno mismo ha ido reflexionando y visto cosas. Cosas como que aunque hay palabras que son hechos, muchas palabras solo quedan en palabras; y aunque hay hechos que son palabras, sin dejar de ser hechos, hablan. Cosas como que muchas veces los hechos dicen más que las palabras. Cosas como que las palabras no dicen nada cuando los hechos callan. Cosas como que debe preferirse la escuela del hacer a la del decir. O cosas como que la oración es palabra convertida en hecho, cuando se la hace con atención y con el corazón.
Pero aquí quiero traer a la palestra un caso concreto y una advertencia que viene recorriendo los siglos. Michelle Bachelet, hace tiempo es “la alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU”. Y Michelle, que ahora tiene puestos sus ojos sobre Venezuela y que sostiene que Maduro viola los Derechos Humanos, se olvida de lo que ella misma hizo en Chile, y que, según se ve, tras eso que hizo, recibió el premio de un alto puesto en el referido organismo.
Recordemos que fue dicha expresidente quien luchó con denuedo para que en Chile el aborto sea “ley”. Quien se rasga las vestiduras hablando de las violaciones a derechos fundamentales realizadas por un presidente, es la misma que no tuvo la más mínima piedad para con los bebitos no nacidos de su propia patria.
He aquí la calaña integrante de la ONU que viene a hablar de Derechos Humanos. Y la misma ONU es una entidad perversa que habla de los referidos derechos al tiempo que también impulsa la destrucción mundial de los nasciturus. Es imposible no rememorar la advertencia del Maestro: “¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Deja que te saque la paja de tu ojo”, si hay una viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.” No digo aquí que lo de Maduro sea una paja, pero sí digo que Bachelet prueba tener una considerable viga, y la ONU, un gigante galpón llena de ellas.

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