Por: Uri Landman
Todos recuerdan la serie de dibujos animados “El Oso Yogui”, creada por Hanna-Barbera en los sesenta. Yogui se hizo tan famoso que no solamente contaba con su propia serie, sino con varias películas. En ellas se cuenta la historia de este simpático oso pardo, que vive en el Parque Nacional de “Jellystone” y que tiene como compañero inseparable en todas sus travesuras a “Bubu”.
Dicen que todos tenemos un niño en el corazón. El mío quiso buscar a Yogui hace unas semanas, por lo que emprendí uno de los viajes más extraordinarios que he realizado en mi vida: visitar el Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos.
Podría escribir un libro entero sobre mi viaje a Yellowstone y no le daría el crédito suficiente a este maravilloso lugar. En este artículo y el de la siguiente semana, describiré brevemente lo que más me cautivó. Sin embargo, quiero resaltar que la única manera de entender mis palabras, es visitar de manera personal el parque Yellowstone, por lo que los animo a hacerlo, a todos aquellos que tengan la oportunidad.
El Parque Nacional de Yellowstone tiene una extensión de casi 9,000 kilómetros cuadrados, lo que representa casi un tercio de la extensión del departamento de Lima. Yellowstone es tan grande, que tiene territorios en tres estados: Montana, Idaho y Wyoming, siendo en este último donde está ubicada la gran mayoría del parque.
Tras una serie de expediciones a la zona entre los años 1800 y 1860, el presidente de los Estados Unidos de la época, Ulysses Grant firmó la ley aprobada por el Congreso en el año 1872, donde se creaba el Parque Nacional de Yellowstone. De este modo se creó el primer parque nacional de los Estados Unidos y del mundo, hace más de 150 años.
Imaginen la visión a futuro que tuvieron el presidente Grant y los legisladores norteamericanos para crear en el año 1872 un parque nacional “dedicado y apartado como parque público o terreno de placer, para el beneficio y disfrute de la gente”. Sin embargo, también eran conscientes del peligro que acechaba esta maravilla natural por lo que incluyeron en la ley lo siguiente: “todas las personas que se ubiquen, se establezcan u ocupen el mismo o cualquier parte del mismo…serán considerados intrusos y removidos de allí…”. Siento envidia de la buena, cuando leo cómo los americanos cuidan sus parques.
Hasta el año 1886 el parque estuvo manejado por una administración civil. Sin embargo, en agosto de ese año, el capitán Moses Harris a nombre del ejército de los Estados Unidos, asumió la administración de Yellowstone. El gobierno federal consideró necesario la presencia del ejército de los Estados Unidos dentro del parque para protegerlo de los invasores, los cazadores furtivos y mineros ilegales. Además se implementó un reglamento para organizar el parque que luego daría origen a la política regulatoria del sistema de parques nacionales estadounidenses.
El ejército estuvo a cargo del parque hasta el año 1918, cuando pasó a la administración del Servicio Nacional de Parques, creado en el año 1916. Desde esa fecha hasta la actualidad, los “park rangers”, son los encargados de velar por el mantenimiento, orden y conservación de Yellowstone.
Yellowstone es una zona volcánica. Según los estudios realizados, la caldera o cráter de Yellowstone es el más grande de América. El cráter actual, se formó hace unos 640,000 años y está cubierto en su mayoría por el lago del mismo nombre. En el parque encontramos la mayor cantidad de géiseres activos en el mundo, siendo el más conocido de todos: “Old Faithful”. A lo largo del parque encontramos más de 10,000 manifestaciones con características volcánicas como las fumarolas, las piscinas termales y las piscinas de barro térmico.
El parque de Yellowstone está considerado como el hábitat más amplio de megafauna en los Estados Unidos. Los principales mamíferos que encontramos son: los lobos, osos negros, osos grises, coyotes, linces y los pumas. Además habitan en grandes cantidades los alces, ciervos, cabras montesas, antílopes americanos y el legendario bisonte.
El mamífero más famoso de los Estados Unidos, el bisonte, casi desapareció de ese país. En el siglo XVII con la llegada de los primeros colonos ingleses, se estima que la población de bisontes alcanzaba entre 30 y 50 millones de animales. Sin embargo, con la caza indiscriminada, este animal prácticamente se extinguió en el país. En el año 1902 solo había unos 50 animales en Yellowstone. Gracias a los esfuerzos de conservación en Yellowstone, hoy en día se contabilizan entre 4000 y 5000 bisontes en el parque y unos 30,000 en todo el país.
Con esta información básica del Parque Nacional de Yellowstone, los invito que me acompañen a un viaje de aventura por uno de los lugares más bellos, pero a la vez más extremos del mundo. La máxima temperatura registrada en Yellowstone ha sido 37 grados centígrados y la más baja de -54.4 grados en el año 1933. En los días que yo visité el parque (fin del verano boreal) la temperatura en el día llegaba a los 24 grados y en la noche bajaba a los 10 grados centígrados.
La elevación promedio de Yellowstone es de 2,500 metros sobre el nivel del mar y la más alta a la que uno puede ascender es la cima del monte Washburn, a 3,120 m.s.n.m. En el observatorio construido en la cima, tomé las mejores fotos de todo mi viaje, pero eso ya se los contaré en mi próximo artículo.