Por: Carlos Tubino Arias Schreiber
La ruta de la seda es una extensa red de rutas comerciales, terrestres y marítimas abiertas por China desde el siglo 19, que la interconectaban con la mayor parte del continente asiático, los países europeos bañados por el mar Mediterráneo y la costa oriental del África.
Desde hace unos años el Presidente Chino Xi Jinping ha impulsado una nueva ruta de la seda, para rediseñar el enfoque estratégico de China a nivel mundial, proyectando su impresionante poder económico para asegurar sus suministros de energía y minerales.
Por esa razón el gigante asiático ha incrementado sustancialmente sus inversiones en América Latina y en el Perú, actualmente es nuestro principal socio comercial, por diferentes fuentes se calcula que ya tienen más de US$13,000 millones en inversiones, principalmente en el rubro minero.
Una inversión que hoy está en la agenda nacional es el puerto de Chancay, donde participa con el 60% del accionariado la empresa privada china Cosco Shipping Ports, el otro 40% es de la empresa minera peruana Volcan; en su primera etapa se están invirtiendo US$1,300 millones, se calcula en US$ 3,500 millones la inversión total.
Las exportaciones y las importaciones entre China y los países de América Latina alcanzó un record histórico el año pasado según BBC Mundo, alcanzó la impresionante cifra de US$480,000 millones; su crecimiento es espectacular ya que al inicio de este siglo llegaba a US$14,000 millones.
Según la CEPAL, la mayoría de las exportaciones de América Latina a China son soja, cobre, hierro, petróleo y carne bovina. Las importaciones básicamente son de productos manufacturados.
El Perú es el tercer país de América Latina con mayores ventas a China, se calcula en US$25,000 millones según cifras de la Administración de Aduanas de ese país; se cuadriplicaron entre el 2010 y el 2023, según la Fundación Andrés Bello-Centro de Investigación Chino Latinoamericano.
El cobre es el principal producto de exportación, luego están el hierro, zinc y metales preciosos.
Tienen un gran futuro nuestras agroexportaciones que han crecido exponencialmente en los últimos años, en el 2023 alcanzaron a nivel mundial US$10,165 millones (Cifra de la Sunat), principalmente las frutas como la uva, arándanos y la palta
Un tema muy importante que facilitará éstas exportaciones lo brindará el puerto de Chancay, al ahorrarse un mínimo de 12 días en el traslado de nuestros productos a China; actualmente los tenemos que enviar a los puertos de Manzanillo o a Long Beach en EEUU, para ser reembarcados en los grandes buques portacontenedores y proceder al Asia; eso ya no será necesario porque esos buques entrarán a Chancay.
Otra facilidad importante que tenemos para incrementar nuestras exportaciones a China, un gigante que tiene 1,412 millones de habitantes, es el Tratado de Libre Comercio que tenemos vigente con ese país desde el 2009, el que nos ha permitido diversificar nuestras ventas.
Irónicamente lo hemos afectado por la intención de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), de pretender anular la exclusividad sobre los servicios portuarios otorgada a Cosco Shipping Ports en el 2021. Además, el Organismo Regulador de la Inversión en Transporte (OSITRAN) pretende recaudar el 1% de aporte por regulación, como si fuera una concesión.
Pésimo mensaje se ha dado al mostrar inseguridad jurídica, se espera que el gobierno solucione este impasse.
Es que a la caviarada que rige esos organismos, le gusta la plata fácil, y está es su gran oportunidad, dinero en las arcas, que se puede utilizar en inútiles consultorías que llenarán los bolsillos de los amiguetes y que después recibirán tajada en contrapartida.