Cultura

A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DEL CAFÉ…

Por: Magaly Zapata

El pasado día 1 de octubre se celebró el día mundial del café. Quién no es seducido por el olor del café recién tostado, apenas molido o recién pasado, o como decimos técnicamente, extraído, que es cuando el agua caliente o fría, toma contacto con la ‘cama de café’ recién molido dando inicio al ritual que termina en cada sorbo que saboreas en boca. Mouthfeel.

El caso es que nuestro país es conocido como país productor de café pues navega el último tercio del Top 10 del ranking mundial, pero la cultura de consumo de café que tenemos los peruanos no alcanza los niveles a los que ha llegado en países como EEUU, Alemania, Australia, Japón, Corea del Sur, Finlandia entre muchos otros que destacan como países consumidores de café con varios kilos –hasta 12- por persona al año. En nuestro país apenas alcanza el 10% de aquella cantidad, según señalan las estadísticas domésticas. Por ello es posible deducir que Perú es un país cafetalero mas no “cafetero”, ya que esto implicaría que los peruanos tuviéramos una cultura de consumo de esta generosa bebida que evidentemente no existe.

Ejemplo cercano tenemos en Colombia, produce y consume café además de exportarlo. Estadísticas al 2021 lo ubican en tercer lugar en exportación mundial, con 2,3 millones de tierra plantados con este fruto y más de medio millón de familias cafetaleras que viven de esta industria ya que las fincas de café no son propiedad de grandes corporaciones sino familiares. Familias caficultoras que allá por 1927 se unieron en la Federación Nacional de Cafeteros para promover el cultivo, consumo y exportación bajo una sola intención y bandera, ‘el café de Colombia’.

En cuanto al consumo, en Colombia llegan a los 2,8 kg per cápita y, si se incluye a la población mayor de 12 años, el incremento alcanza los 3,4 kg por persona. Y todo esto por la visión del colectivo que trabajó en una marca para el exterior y en mucha investigación científica al interior a través de su Centro de Investigación, que se adelanta al devenir, al cambio climático y otras contingencias naturales del cultivo, a la oferta y demanda constituyéndose en un gran apoyo al caficultor con tecnologías nuevas en el proceso o apostando por nuevas variedades, con el objetivo de la excelencia de sabores en taza que mantengan al “suave colombiano” en el paladar del consumidor mundial incluso marcando tendencia a través de los certámenes, concursos y campeonatos donde la estrella es el café especial (Specialty Coffee), aquel que no tiene defectos en grano verde para cuidar el buen sabor en taza, aquel que se cata como el buen vino y como tal obtiene un puntaje (82-84/100) por su calidad organoléptica.

(Nuestra realidad, si bien mejora, es más magra en comparación). Te lo digo así, bajito, aunque es realmente audible y sonoro el escaso nivel de consumo interno de nuestro café. Perú se encuentra en el sétimo lugar como país exportador al 2021 y en cuanto al consumo las estadísticas discrepan, entre 1,2 kg de café por persona al año según la Junta Nacional de Café y 650 gramos según Minagri. Ooops a quién creer. Me decanto por el primero. Si asumimos como cierto el primer dato, 900 gramos son de café nacional y el resto en solubles que se importa. El deseo es llegar al 2030 a los 2 kilos de consumo (imagino que nacional, es decir, en grano tostado y molido, no soluble. Objetivo a todas luces bajo si sólo nos comparamos con la cercana Colombia. Y si miramos adentro, tenemos más de 250 mil familias que viven del cultivo del café y que requieren un mejor mercado interno que se conquistará con una masiva campaña de consumo ‘del buen café’, por cultura y salud, y mayor calidad en el proceso con en el apoyo de información y tecnología de cultivo y proceso que otorguen gran valor agregado y calidad de exportación que el exigente mercado mundial demanda. Materia orgánica tenemos pero requiere una visión de futuro en las autoridades que marquen el rumbo con convicción y decisión.

Sin embargo, el mercado internacional del café es mucho más complejo hoy porque hace mucho tiempo, y empujado por la incesantemente y creciente demanda y consumo en Europa y otros países, además de países productores y consumidores tenemos el dinámico grupo de los países exportadores aunque no productores. Hoy en día esos son más que hace 30 años, según la Organización Internacional del Café. Compran el grano verde a los países productores y le dan alto valor agregado, como un tostado de alta tecnología, para su posterior envasado y comercialización mundial, vía transnacionales y en su mayoría soluble.

Valor agregado que en caso de nuestro país debiera estar más a tono con la tendencia mundial, desde el grano a la taza, como sucede en otros países con sus pequeños cultivadores que se apoyan en la tecnología para alcanzar trazabilidad y estandarizar su producto y así obtener mayor precio, miles de dólares incluso por quintal y ventas pagadas por adelantado por años de producción por venir.

Según la Junta Nacional de Café, se espera que nuestro país alcance exportar grano verde por un total de 1,200 millones de dólares este año, cifra extraordinaria dicen, que no alcanzamos desde el 2011 pero… a un precio promedio por quintal no menor de 210 dólares. Según boletín de la Junta, de enero a julio 2022 el precio promedio llegó a los 216,58 dólares, siendo Bulgaria el país que más dólares paga por quintal 1,560.09$, le siguen: Austria (782.50$), Taiwán 312.31$, Arabia Saudita 289.08$, Emiratos Árabes (279.85), Sudáfrica 276.85$, Hong Kong 272.36$. En un ranking de 46 países, el que menos paga por quintal de café peruano es India 123$. Los vecinos como Chile (no produce) 231.50$, y los productores Ecuador 163.73$ y Colombia (país productor) nos paga 141.70$ promedio el quintal pero se instala en el cuarto lugar por volumen de compra; siendo un país productor y exportador al 90% de su producción, compran café peruano para el consumo interno y/o apoyar sus exportaciones. Ahí rebota la incógnita.

En cualquier caso, Perú también le compra, a día de hoy vemos y bebemos en varias ciudades de nuestro país el café “Juan Valdez”, aquel personaje creado en 1949 por la su Federación de Cafeteros de Colombia con el fin de representarlos ante el mundo como personaje y como marca, convirtiéndose con el tiempo – 73 años- en un hito en el mundo de la publicidad. Movió y remeció a tal punto el consumo externo del “café de Colombia” que desde el 2002 se convirtió en franquicia. Sin duda “Juan Valdez” es un viejito que no envejece. Algo debiéramos aprender de todo esto.

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