Por: Percy Hartley
El muro de Berlín es un paradigma histórico. Levantado para evitar que la gente escape de un infierno comunista a un país con libertad y democracia (siempre es lo mismo) es el reflejo de la dictadura, opresión y vida miserable del totalitarismo estatista y también, símbolo metafórico de ausencia, melancolía, división entre amigos, familia o hermanos, como en el caso del tristemente célebre muro y de los mártires que intentaron de todo para cruzarlo y ser libres, como recitaba Nino Bravo, con flores carmesí sobre su pecho que brotaban sin cesar, como también lo es el gran muro, pero de aguas infestadas de tiburones y posibles oleajes en medio de huracanes, que mártires cruzan en una precaria balsa en las 90 millas náuticas de La Habana a Miami.
En tiempos recientes, mucho criticaron a Donald Trump por la construcción de un muro que separa a Estados Unidos con México en su frontera común, con la finalidad, según él, de frenar la inmigración. Probablemente, un acto falto de caridad y propio del capitalismo a ultranza, despótico y ateo del cual también hacemos frontal rechazo, pues a veces parece que no desear el comunismo es desear la antítesis y eso no es verdad. El equilibrio lo da la templanza de las situaciones y el faro es la Doctrina Social de la Iglesia y la voz de los Papas a lo largo de los siglos y de manera especial, su claro mensaje de advertencia sobre el Comunismo, como en Divini Redemptoris, de SS. Pio XI.
Pero en estos tiempos de incertidumbre y ansiedad frente a la posible victoria y vuelta del Sendero-Comunismo al Perú, ya no por las armas y muertes sino por las urnas, con el voto a favor de Pedro Castillo y/o en rechazo a Keiko Fujimori, la candidata de la continuidad democrática, guste o no, nos lleva a hacer, a una semana de la decisión fundamental, un fraternal apelo a los peruanos residentes en el exterior y de manera especial a los que migraron, huyendo del Comuno-senderismo a los Estados Unidos de América, ¡home of brave !
Solo por el aspecto moral o de objeción de conciencia ante el mal llamado Perú Libre, nos sería suficiente para reafirmar nuestras convicciones democráticas y promover la libertad en el Estado de Derecho. Pero vamos más allá de eso. ¿Cuál es tu principal aporte, compatriota, a tu país y a tu familia, aparte de preservar la peruanidad, tus costumbres, tus danzas, tu folklore y de manera especial, tu cultura gastronómica de la que vives orgulloso? Se llama remesa y es el principal sustento de tus padres, de tu familia e incluso de obras caritativas o sociales en el Perú. Porque tu remesa envía capital para negocios, mueve la economía, permite que tus seres queridos vivan dignamente y nos hace, finalmente beneficiarios a todos de tu esfuerzo y sacrificio. Todos sabemos lo duro que es triunfar allá, lo duro que la pasaste, quizá hasta exponiendo tu vida con coyotes y cruzando el Río Bravo.
¿Sabes lo que pasará con tu remesa, si el comunismo entra el Perú? Se llama pérdida del valor. El Dólar, que será controlado como el antiguo MUC y actual Cadivi venezolano o CUC cubano, solo generará corrupción a gran escala y mercado negro. Tus probables 100 dólares libres hoy pasarán a ser no menos de 300 mañana, para pagar lo mismo. En otras palabras, nos dividirá un muro invisible, peor que el de betón de Berlín, peor que el de la inventiva de Trump, el muro de la miseria, del oprobio, pues será el muro del abandono de la patria al Comunismo.
Peruano, tú que cantas con el alma Contigo Perú, tú que lloras al escuchar a Pedrito Suárez-Vértiz entonar Cuando piensas en volver, y que gritas cada gol de la selección en el Hard Rock Stadium luego de cantar a todo pulmón el glorioso Himno Nacional, ¡ya pues causa! , ponte la camiseta blanquirroja broder, sé solidario, ayúdanos y sálvanos con tu voto, anda a votar, sí, maneja tres horas desde Broward hasta Miami Beach Convention Center, tómate un pisco sour en la playa en Ocean Drive que está cerquita y vota por el Perú verdaderamente libre, para que sigamos viviendo en libertad, constitucionalidad y democracia y puedas finalmente decir como anhelas, que sobre tu pecho llevas sus colores y están tus amores, Contigo Perú y que nos darás la vida y cuando mueras, aquí, te unirás en la tierra Contigo Perú, pero para eso necesitamos tu voto, para seguir siendo libres y que sigámoslo siendo, seámoslo siempre.
¡Que viva el Perú Bicentenario! ¡No al Comunismo !
