Por: Erus Símera
“… ¡Ay!, es verdad lo que me dijo entonces:
verdad que el corazón
lo llevará en la mano… en cualquier parte…
pero en el pecho no.”
No es menester de nadie o no debiera serlo, entrometerse en las razones cuyos efectos pueden arrancar un corazón sin cegar la vida, salvo las veces en que, las personas que caminan por allí con el corazón en la mano, por fortuita desgracia, terminan encargándose de tu propia vida.
– ¿Cómo se vive 70 años sin aprender nada que le sirva a los demás?
Preguntó Pancracio.
– Quizás el presidente sea como la Puya Raimondi y solo florece cada 100 años. Contestó Telésforo, desatando sonoras y descuidadas risotadas, las mismas que provocaron que la cerveza pase de la mesa al piso.
El verso de Gustavo Adolfo Bécquer había logrado inspirar a los cantautores: Así como el suelo no es lugar para la cerveza, del pecho no debería salir el corazón.
¡COMPATRIOTAS!
Por Telésforo Picón
Si de eslabones de oro, lo colgara,
sujetara quizás de un prendedor
¿Mi corazón tendría algún valor
mudado en camafeo, dije o tiara?
Si el corazón, del pecho me arrancara
y su latir, latiera sin temor,
¿Yo amaría sin goce ni dolor
y sin que me culpara o lamentara?
El pecho es su lugar, pero lo sacan
los canallas políticos lo aplacan,
se le sientan encima y satisfacen
cualquier remordimiento por lo que hacen.
Mi querido Pancracio, compatriotas:
Tengo mi corazón en las pelotas.
MUDADO CORAZÓN
Por Pancracio de la Manuela
Nubes al cielo, barcos a los mares
y el pecho al corazón. No, no hay derecho
a moverlo de allí, donde sospecho,
se truena y se perturba los hogares.
Dos lugares levantan mis pulgares:
En un enamorado y hondo pecho
y en un par de anticuchos ¡Buen provecho!
Al corazón, no quiero en otros lares.
Mi querido Telésforo, si existe,
no en novela ni fábula, en chiste:
¿Dónde va un corazón que es arrancado
de políticos pechos y mudado
donde mejor les sirve? Yo calculo
que ellos al corazón, lo usan de culo.
