Política

PRIVATICEMOS EL SISTEMA JUDICIAL

Por: Uri Landman

En los países desarrollados el sistema de justicia está conformado por la policía, la fiscalía y el Poder Judicial. Estas tres instituciones, trabajan de manera más o menos coordinada para prevenir el crimen, capturar a los delincuentes si lo primero ya sucedió, investigar y acusar a los criminales y finalmente llevarlos ante un juez; quien determinará su culpabilidad o inocencia.

En algunos sistemas judiciales como el norteamericano, el juez no es quien encuentra culpable o inocente a una persona, ello, es responsabilidad del jurado. El jurado está compuesto por ciudadanos comunes, quienes han sido llamados a cumplir con su obligación cívica de participar en un jurado. El juez, es quien dirige el juicio y vela para que se respeten los derechos del acusado.

El problema que tenemos en nuestro país, es precisamente que estas tres instituciones son las más corruptas e ineficientes de todo el aparato estatal.

Todo ciudadano que ha interactuado con la policía, sabe que el nivel de corrupción va desde las esferas más bajas en una comisaría, hasta la comandancia general de la policía. Si bien es cierto que hay  honrosas excepciones, lamentablemente, no es la norma. ¿Alguno de ustedes ha intentado presentar una denuncia por robo, estafa o algún otro crimen?, ¿Le pidieron algo a cambio?

¿Qué me dicen del estado calamitoso de la infraestructura de las comisarías, patrullero, armas y equipamiento en general? ¿Dónde quedaron los millones de dólares que gasta la policía anualmente en logística? Parecería que todas las licitaciones de la institución policial, tienen graves cuestionamientos desde la compra de mascarillas contra el Covid con diseños de “Hello Kity”, hasta la adquisición de porta tropas que se oxidaron en un almacén del Callao.

Imaginemos que la policía hizo bien su trabajo, detuvo al criminal y lo llevó ante el fiscal. ¿Cuántas veces escuchamos en las noticias que los fiscales sueltan a los criminales por alguna negligencia? Otras tantas, leemos que el fiscal simplemente no los acusó ante el juez y los dejó salir. Peor aún es el caso de las fiscalías especializadas, como en Lava Jato, en donde los paladines de la justicia Vela Barba y Domingo Pérez, demoran años en investigar y luego presentan acusaciones mal hechas que son devueltas por los jueces para ser subsanadas. En otros casos, como el de la confesa corrupta Susana Villarán, los fiscales han demorado más de seis años en presentar la acusación. Una vergüenza.

No he podido encontrar la cifra exacta, pero me atrevería a decir que a nivel del Ministerio Público, hay miles de casos en investigación fiscal, que están durmiendo el sueño de los justos o en mi opinión de los corruptos.

Cuando finalmente el caso llega al despacho de un juez y pensamos que se va a hacer justicia, nos damos un golpe con la realidad. En el Poder Judicial se encuentra de todo menos justicia. Para los que hemos recorrido, así sea brevemente, los pasillos del Palacio de Justicia o alguna de las sedes judiciales, sabemos que la corrupción está enquistada desde el secretario hasta el juez supremo, con muy pocas pero destacables excepciones. Usemos un ejemplo muy sencillo. Imaginemos que nos hemos visto involucrados en un accidente de tránsito y que la persona que nos chocó, no quiere pagar los daños y no tenemos seguro. ¿A alguno de ustedes se le ocurriría ir al poder judicial para exigir el pago por los daños y perjuicios? ¿Algún ingenuo cree que podrá cobrar cuatro mil o cinco mil soles en un plazo medianamente razonable y que los gastos del juicio no serán mayores? En nuestro país eso es imposible.

Lo que le pregunto a ustedes es: ¿Qué hacemos?, ¿Cómo solucionamos el problema? Aquí algunas de mis sugerencias:

En el caso de la policía se necesita hacer una reingeniería en toda la institución, desde su reglamento hasta estudiar la posibilidad de contratar policías extranjeros por algunos años para purgar a los corruptos. Las escuelas o academias de formación de la policía son las primeras que deberían ser reguladas y supervisadas.

A nivel del Ministerio Público, se deberían acortar los plazos para la investigación fiscal. Si en países civilizados pueden capturar, investigar, juzgar y sentenciar a criminales internacionales como el “Chapo Guzmán” en menos de dos años, ¿por qué en nuestro país solo la etapa de investigación a una corrupta confesa como Villarán lleva más de seis años?

Como es difícil pensar en la privatización del Poder Judicial, soy de la opinión que luego de simplificar de manera exhaustiva todos los códigos y procesos judiciales, se debería contratar jueces extranjeros por algunos años, para poner en marcha una verdadera reforma del Poder Judicial y enseñar a los jueces peruanos que la justicia sin corrupción es posible. También se debería implementar una veeduría del ciudadano para vigile y saque a la luz los casos de jueces que sueltan a violadores o asesinos por “falta de pruebas” o que no imponen las penas más severas.

Los críticos dirán que todo lo anterior es imposible de hacer, pero desde el partido U.R.I. les digo que si es posible, sino pregúntenle a Bukele ¿qué decían de El Salvador cuando llegó al poder?

 

 

Sígueme en mis redes sociales en LinkedIn: urilandmanh y X @urilandman.

Dejar una respuesta