Política

¡NUNCA CAERÁ EL ULTIMO BASTION!

Por Percy Hartley

Vámonos a la siempre buena consejera historia, la cual es como un rombo o un péndulo que va y viene, a veces con efecto boomerang. Y la nuestra, es la mención al Año Bicentenario de la Gesta Emancipadora, es decir 200 años después. Pero retrocedamos.  El año 1821 se proclamó la independencia del Perú en Piura, Cajamarca, Tumbes y Chachapoyas; Juan Antonio Álvarez de Arenales liderando tropas y acciones en la sierra central. Virreinato del Perú, Motín de Aznapuquio. Lo de la Constitución de Cádiz, José de Canterac, Gerónimo Valdés y José de la Serna, depusieron al virrey Joaquín de la Pezuela.

El Libertador San Martin encuentra un escenario ideal en Lima, los realistas se refugiaron en la sierra.

San Martín ingresó a Lima. El 28 de julio de 1821, José de San Martín declaró la independencia en la actual capital peruana proclamando: “El Perú es, desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende.”

A los pocos días, San Martín asumió el cargo de Protector del Perú y siempre tuvo en planes, lo que sucedería históricamente con Brasil y México, es decir, que nuestra patria sea una Monarquía Constitucional. En el Brasil, todavía tenemos una Casa Imperial, que es regida por Dom Luiz de Orléans e Braganza, Príncipe Imperial. Muchas personas ignoran que en 1993 hubo un Plebiscito Constitucional, el que hubiera determinado que pudiese convertirse, de haberse ganado, en una Monarquía Constitucional como España o Reino Unido.

Suerte distinta tuvo México, con Maximiliano de Habsburgo y Lorena, quien solo rigió México por tres años y fue depuesto y derrotado en Querétaro en 1867, instaurándose el sistema republicano.

¡Tiempos muy distantes y distintos, dos siglos después! Ahora, en los albores del Bicentenario, en tiempos republicanos y democráticos, nuestra patria se convierte nuevamente en EL ULTIMO BASTION. Pero ya no Monárquico realista. El Perú, es luego de la caída de las principales nacionales latino-americanas bajo el socialismo o yugo comunista irreversible, el ansiado territorio, en la joya de la Corona.

Perú es el país de la riqueza que el Comunismo Internacional añora. Su nueva fuente de recursos siendo que el cobre y el litio despuntan como nunca ante el inminente salto de paradigma hacia el auto eléctrico. El petróleo en los últimos años ya fue y se necesita apoyar al hermano Castrista, que desde la Perestroika vive de Venezuela y ahora al hermano Chavista, que desde la crisis petrolera deja de ser lo que fue. Se caen a pedazos reclamando y echando la culpa al bloqueo. Pero lo de fondo es lo que nos debe importar.

En unas elecciones donde es evidente que aplicaron el modelo fraudulento “ copy-paste “ internacional, no sin ir muy lejos del “ anforazo  boliviano “  del 2019, donde el Delfín Arce Catacora devuelve a Evo a su imperial pluricultural Bolivia, luego de salir por el patio trasero, no es de dudar que aplicado al Perú, se quiera tomar a como dé lugar al último bastión, excepto por un pequeño detalle: no contaron que los peruanos, también somos literalmente y en la analogía histórica,  un bastión  Virreinal del Siglo XXI. Somos un país unido por sus distinciones raciales y multiculturales y sociales. Sí, unidos, a diferencia de lo que el Comunismo proclama con su lucha de clases. Todos nos hemos unido para defendernos en las urnas como personeros y como defensores de la libertad y democracia en las calles, no por Keiko, por la continuidad constitucional y el Estado de Derecho y nunca cederemos el último bastión, que será defendido con legalidad y razón jurídica, hasta el último voto reclamado con justicia y con nuestra permanente presión y presencia en las calles pacífica y firme, diciendo aquí estamos y no nos vamos a dejar pisar el poncho, ni robar un solo voto.

El Perú es libre y seguirá siendo libre e independiente, sin sumisión a ningún régimen comunista que cambie nuestra constitución hacia una tiránica, sin sucesión presidencial, sin TC o Defensoría, sin inversión extranjera, sin importaciones, sin libertad y finalmente, sin democracia. ¡No lo permitirá el Perú unido!

¡ Que viva el Perú libremente Bicentenario! ¡ Arriba Perú y el Sagrado Corazón de Jesús, que en vos confiamos la victoria!

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