Política

NO A LA FARSA DE LA OEA

Por: José Romero

Hoy se ha infringido un grave golpe contra la Soberanía de nuestro país por parte de una institución vetusta y anacrónica que no usa lentes sino anteojeras.

Con un total desconocimiento de lo que sucede en el país, la OEA -sorda, ciega y muda ante los graves sucesos en Cuba, Nicaragua y Venezuela-  se ha apurado en aprobar el envío de una delegación para que “in situ” verifique “qué sucede en nuestra Patria”, dando razón a un gobierno corrupto probablemente dirigido -según la acusación de la Fiscalía de la Nación- por el cabecilla de una organización  criminal.

Está en juego la democracia y el estado de derecho no porque exista un conflicto político que ponga en riesgo ello sino porque vivimos una crisis producto de una grave situación derivada de una práctica corrupta desde el estado mismo y que pone en riesgo la viabilidad del Perú como país libre.

Escuchar al embajador de una república como la Argentina decir que se siente representado por lo que reclama el comunista Castillo es parte de un sainete. Qué autoridad moral puede tener el representante de un régimen corrupto como el kirshnerista. Cómo es posible que hable de crisis política y económica quien es portavoz de un gobierno que ha llevado a la quiebra a su país.

Apelar a la activación  de una llamada “Carta Democrática” para que exista un proceso de diálogo en nuestro país es una broma de mal gusto, justo cuando el ataque comunista en el Perú arrecia contra las Instituciones y la prensa libre.

El futuro de la democracia depende justamente no en  la defensa de un gobierno incapaz y corrupto sino por lo contrario. Su salida de acuerdo a lo señalado por la constitución, que el comunista Castillo en forma pertinaz ha querido desconocer desde un inicio, es un imperativo.

Escuchar a otros embajadores como el de Bolivia decir que el pedido de la salida de Castillo es el desconocimiento de un “presidente” por parte de “sectores retrógrados” nos hace concluir que esta maniobra avalada por la OEA es parte de una serie de mentiras. En otras palabras es una farsa.

En este marco, justamente hoy el diario Expreso publica una entrevista al ex candidato presidencial Hernando  de Soto quien hace eco de lo sostenido por los adláteres de este gobierno corrupto al sostener que la solución de la crisis pasa por lo político y no por lo legal penal. ¿Ignora que el delito se combate con la ley y con la interpretación verdadera de ésta? La constitución protege a un presidente en el ejercicio de sus funciones y no cuando éste delinque. Robar no es una función de un presidente. No nos extraña que de Soto salga solapadamente a defender al comunista Castillo. Recordemos “sus esfuerzos” para asesorar a “Don Pedro” (sic) y su nula participación en la defensa de la libertad y la democracia en estos últimos 17 meses. No contento con ello se adelanta, por si acaso, y anuncia una probable candidatura presidencial a sus 81 años  en los que ha dado suficientes muestras de no tener las agallas para afrontar la dirección de un país como el Perú.

De lo escuchado -entre los que intervinieron en la Asamblea ponderamos la participación del embajador uruguayo pero de igual forma exhortar al “diálogo” en un momento que lo único que queda es la salida de Castillo y su socia Boluarte es simplemente desconocer lo que sucede en nuestro país.

Es hora que el Congreso de la República y la Fiscalía de la Nación hagan lo que la Constitución y el pueblo -al que tanto se apela- exigen que se haga respetar o  sea cumplir con la voluntad soberana de quienes reclamamos la salida de un incapaz y corrupto. Escuchar de boca del canciller Landa las palabras “democracia e institucionalidad” suena a broma.

Ya es hora que se rechace tajantemente la injerencia en nuestros asuntos internos por parte de la OEA y de algunos embajadores de sus países miembros. Así mismo el Perú debe poner coto a la injerencia supranacional -como parte de la ofensiva caviar promotora del globalismo- que busca destruir los estados nacionales.

En ese sentido el artículo 125 de nuestra Constitución debe ser modificado. Somos una nación soberana que no debemos permitir tutelaje alguno.

Llamamos a los demócratas a prepararnos a darle una respuesta contundente a “la delegación de alto nivel” de la OEA a fin de impedir que este gobierno incapaz y corrupto impida la actuación de la ley y la justicia.

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