La columna del Director

MITAD CORRUPTOS, MITAD ENCUBRIDORES

 

Por: Luciano Revoredo

Hace algunas semanas que vienen circulando noticias y comentarios en las redes sociales en relación con el dinero sucio que recibió y administró Susana Villarán.

La red de implicados es grande, y poco a poco se va conociendo. Una de las asociaciones más reveladoras es la que mantuvo Villarán con el IDL (Instituto de Defensa Legal). La exalcaldesa fue una de las fundadoras del cuestionado Instituto que dirige Gustavo Gorriti. Lo interesante es que bajo su gestión el IDL recibió casi medio millón de soles en contratos por asesorías y consultorías a la Municipalidad de Lima.

Además, Carlos Rivera Paz, representante legal y directivo del IDL, quien fuera el derrotado abogado defensor de Pedro Salinas en la querella que se le interpuso por difamación, ha representado legalmente a Villarán durante el periodo en el que fue alcaldesa de Lima facturando alrededor de 160 mil soles. En este tinglado de relaciones entra también Paola Ugaz, quien además de pertenecer al IDL, percibió la absurda suma de diez mil quinientos soles mensuales por administrar las redes sociales de la comuna que gobernó Villarán.

Poco a poco se viene evidenciando que estamos ante otra red de contactos e influencias muy bien aceitada con el dinero de Odebrecht. Las pistas e indicios son abrumadores, quizá incluso más claros que en otros casos que han tenido una ruidosa resonancia mediática.

Villarán ya ha reconocido su responsabilidad e inclusive ha declarado con cierto descaro que lo volvería a hacer. Sin embargo, en este caso hay un escandaloso silencio de importantes sectores de la prensa sobre destapes importantes, como el de los correos de Augusto Rey, que han tenido poquísima repercusión y rápidamente se han buscado olvidar con otros ciclos noticiosos. Este proceder, por lo demás, es parte de la manera de operar de ese sector de la prensa que tal vez por razones ideológicas, o quizá por tener rabo de paja, prefiere mirar hacia otro lado. El pueblo con su habitual picardía la ha bautizado como prensa mermelera.

En esa línea, se hace extrañar alguna manifestación de Pedro Salinas respecto de las oscuras implicaciones que se ciernen sobre su socia Paola Ugaz. Las últimas columnas de Salinas han ignorado olímpicamente estos temas que son de no poca relevancia. Recordemos que Ugaz es su socia, su íntima, la “Pao”. No sólo no es un personaje lejano, sino que están embarcados juntos en pesquisas profesionales. ¿No tiene nada que decir al respecto Pedro Salinas?

Se tienen indicios verosímiles y también evidencias contundentes de un comportamiento poco profesional y reñido con la ética por parte de Ugaz. Estamos frente a una suerte de “red” de personas que se han asociado para cometer actos ilícitos.

Según ha insistido Salinas una y otra vez, si uno es parte de una red de esa naturaleza debe conocer todo lo que allí sucede, y por tanto se hace cómplice y/o encubridor. ¿Por qué en este caso Salinas no aplica sus principios implacables? ¿Es acaso un encubridor? La pregunta queda en su cancha.

1 comentario

  1. Mas de un Estudio de Abogados debería poner las barbas en remojo. Antero, sí Antero, el adalid de la lucha anticorrupcion, es el abogado de Duberli, el de Chavarry es Angel Delgado, otro caserito, Jose Ugaz, ex Procurador anti corrupción nombrado por Fuji, es abogado de la Telefonica, sí, la misma que debe miles, repito, miles de millones en impuestos. Ya llega Hinostroza y ya vienen los goles de Cubillas de Brasil…

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