Por: Luciano Revoredo
Hace algunos días, el portal La Mula publicó un artículo que reproducía la “Carta abierta a las autoridades políticas de la República del Perú” escrita por la organización Ending Clergy Abuse (ECA). La carta abierta “viene de la preocupación de ECA y de otros activistas, por el acoso judicial que vive la periodista peruana Paola Ugaz, quien con profesionalismo ha realizado en los últimos años una investigación para encontrar y difundir la verdad en relación con las denuncias existentes sobre el Sodalicio de Vida Cristiana”. El interés de esta nota no es analizar la carta en sí ya que en más de una ocasión, y en diversos medios, ya se ha señalado que lo que la ECA llama “acoso judicial” por parte del Sodalicio contra Ugaz no es tal. Yo, por ejemplo, soy uno de los que la ha denunciado. Pero mi querella no tiene absolutamente nada que ver con su investigación sobre la mencionada institución religiosa, sino porque Ugaz reiteradamente dice que este medio y yo somos difamadores. Lo mismo ha señalado, por su parte, el ciudadano Alberto Gómez de la Torre, quien no se cansa de expresar que él la ha demandado porque le arruinó la vida debido a todas las falsedades —ya comprobadas inclusive a nivel judicial— propaladas en el documental “The Sodalitium Scandal” que produjo la periodista en cuestión.
Lo que quisiera señalar en esta nota es precisamente que gracias a este apoyo abierto de la ECA a Paola Ugaz y a Pedro Salinas queda comprobado, nuevamente, que en este portal no mentimos. ¿Qué tiene que ver la ECA con la veracidad de este medio? Pues que nosotros fuimos los primeros en revelar el vínculo existente entre la ECA —antes llamada The Accountability Project— y Pedro Salinas.
Fue en el 2018(1) cuando en un artículo (https://www.laabeja.pe/cuando-atacar-a-la-iglesia-es-un-negocio/) revelamos que Salinas era parte de una red internacional que tiene como objetivo llevar a la Iglesia Católica a los tribunales internacionales por delitos de lesa humanidad. Inclusive presentamos las evidencias de un encuentro en Varsovia en donde se acordaron una serie de actividades para cumplir el objetivo. Por supuesto, en el 2018 Pedro Salinas salió a contraatacar diciendo que “fumábamos de la mala” y que nos habíamos inventado esta “conspiración”. Ante lo que nosotros respondimos con más pruebas: los correos electrónicos en los que Salinas estaba, no solo copiado, sino también señalado para ejecutar en el Perú puntos concretos del Acuerdo de Varsovia como, por ejemplo, denunciar a un alto jerarca de la Iglesia peruana. Cosa que claramente hizo al poco tiempo cuando inició los ataques al Obispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren.
Por supuesto, a pesar de las pruebas presentadas, Salinas y su socia Ugaz mantuvieron su posición de no tener vínculos con este grupo, hoy denominado Ending Clergy Abuse (ECA). Esto duró hasta que el ego de Salinas pudo más y no aguantó la tentación de ser nuevamente el centro de atención.
Así, el 22 de septiembre del 2019 publicó en La República la columna titulada “Gracias a Dios”.(2) En esta, como si nunca hubiera negado su vínculo con ECA, se despachó feliz recomendando una película que tiene como protagonista a Francois Devaux. Salinas dice: “Conocí a Francois Devaux en enero del 2018, en Santiago. (…) Nos presentaron en un almuerzo en casa del director de la Fundación Para la Confianza, el chileno José Andrés Murillo, donde aterrizamos periodistas, abogados, activistas y víctimas de la pederastia clerical. La idea de ese cónclave surgió en Varsovia, en un encuentro promovido por Barbara Blaine, legendaria fundadora de SNAP (la principal red de sobrevivientes de curas pedófilos en los Estados Unidos), quien lamentablemente falleció inesperadamente pocos meses antes. En dicho almuerzo, con Murillo de anfitrión, se trató de dar forma al movimiento de Blaine, que terminó denominándose Ending Clergy Abuse (ECA), cuya motivación es lograr que la institución católica rinda cuentas sobre los abusos sexuales en su seno”. ¿No qué no tenía idea de lo que estábamos hablando? Es más, fue él mismo quien en una conferencia de prensa en Piura dijo sobre los artículos de La Abeja que hablaban de la existencia del ECA y del Acuerdo de Varsovia: “Es alucinante. Según esa cosa soy de los hombres más poderosos y ricos del país. Soy parte de una suerte de confabulación internacional, porque hablan de una cosa que se llama el Acuerdo de Varsovia, algo así como los Protocolos de los Sabios de Sión, y que yo con diez amigos más vamos a destruir la Iglesia. Se han fumado una palmera”.
Y ahora, nuevamente, con total desparpajo y utilizando su habitual modus operandi de relatar su lado de la historia sin tener un mínimo de rigor, vuelven a acudir a sus amigos de la red internacional a la que supuestamente no pertenecía Salinas, para que le dé apoyo a su amiga Ugaz a través de esta carta abierta.
En todo caso, si de alguna “palmera” fumamos, es de la palmera de la verdad. Y como bien dice la cultura popular: “el pez por la boca muere”. Por este motivo querellé a Paola Ugaz: no somos difamadores; no somos mentirosos. Hablamos con las pruebas en la mano. Y aprovechamos para responderles a los miembros de la ECA: si Paola Ugaz es inocente, tendrá el espacio para demostrarlo. En la carta abierta de la ECA publicada en La Mula dicen: “¿Por qué quieren impedir que Paola Ugaz siga investigando? ¿Qué temen que pueda desenmascarar? Cuando los márgenes éticos y morales de la sociedad se respetan nadie debe temer que cuestionen su actuar (…) En este sentido, el cese inmediato a este hostigamiento y el respeto de las libertades que tienen todos los periodistas en el cumplimiento de sus labores, incluido el derecho a la libertad de expresión e información, las cuales están protegidas por las convenciones internacionales de los derechos humanos”. Nunca más de acuerdo con ellos: Si Paola Ugaz respeta los márgenes éticos y morales de la sociedad, ¿qué teme? ¿Por qué quieren impedir que nosotros sigamos investigando? ¿O el derecho a la libertad de expresión e información sólo son válidos para ellos? Para terminar, sería muy recomendable que los miembros de la ECA se informen acerca de las fundadas acusaciones que tiene Paola Ugaz por sus vínculos con la corrupción sobre las pesa un silencio cómplice de la mayoría de sus colegas periodistas. ¿Quién es el que teme a que se investigue?
[1] Si bien la fecha del link es en noviembre del 2018, la nota la sacamos antes pero al sufrir un ataque de hackers, tuvimos que volver a postear artículos antiguos y no se actualizó la fecha de su publicación.
[2] https://larepublica.pe/sociedad/2019/09/22/pedro-salinas-gracias-a-dios/