La columna del Director

LA SALIDA DE MADURO SOLO PUEDE SER LA DE CEAUSESCU O LA DE FIDEL. VENEZUELA DEBE DECIDIR

Por: Luciano Revoredo

Nicolás Ceausescu gobernó Rumania desde 1965 hasta su caída y fusilamiento en la navidad 1989. Su régimen, caracterizado por el autoritarismo y el culto a la personalidad, es el arquetipo de tiranía comunista.

Como suele suceder con los regímenes de izquierda totalitaria, fueron más de dos décadas de violenta represión política, violaciones de derechos humanos y un cada vez más grande deterioro económico que culminó en su trágico fin junto con su esposa, Elena Ceausescu la que ocupó el cargo de Viceprimera Ministra desde 1980 hasta su muerte al lado del tirano en 1989.

Hay un tema a tener en cuenta. Cuando inició su gobierno Ceausescu apareció como un líder moderado e incluso liberal comparado con la bestialidad del comunismo soviético, pero mientras más se consolidaba su poder, el régimen se volvía más represivo.

La Securitate, la temida policía secreta rumana, vigilaba de cerca a la población, utilizando la intimidación y la violencia para silenciar la disidencia. La propaganda estatal exaltaba a Ceausescu como un líder casi divino, mientras que la realidad del país estaba marcada por la pobreza, la falta de libertades y la opresión política. Paralelamente se adoptaron políticas económicas desastrosas que llevaron al país al borde del colapso. Llevando a los rumanos a una situación de escasez de alimentos y otros bienes esenciales. Esta situación se agravó con un estricto racionamiento de alimentos, electricidad y calefacción, que sumió a la población en un estado de miseria y desesperación.

Este guion es conocido. Es el mismo que hemos visto desarrollarse en Cuba, en la Chile de Allende y por supuesto en la Venezuela chavista.

Pero de todos estos casos se pueden sacar conclusiones. Fidel Castro luego de destruir Cuba murió en su cama, dejando el poder a su hermano Raúl para que su país siga sometido al totalitarismo, Allende cobardemente se suicidó ante el levantamiento de la Fuerzas Armadas para impedir que siga convirtiendo Chile en un satélite de Cuba y de la Unión Soviética y Ceausescu cuando el pueblo rumano ya no pudo tolerar más, fue capturado y luego de un juicio sumario, fusilado junto a su esposa.

En Venezuela el tirano Chávez dejó en su reemplazo al narcodictador Maduro y Venezuela siguió el camino de todas las dictaduras comunistas. Pensar que mediante elecciones democráticas y libres se le va a sacar del poder es una ingenuidad.

El pueblo de Venezuela está en las calles está protesta no debe cejar. Hemos visto las imágenes de los monumentos de Chávez cayendo. La calle debe ser protagonista, si maduro no fuga antes, solo quedan dos caminos, el de Ceausescu o el de Fidel. Venezuela decidirá.

1 comentario

  1. Pues mientras subsistan los paramilitares bolivarianos, se avecina una guerra civil, “podrido” no dudará en entregar armas/municiones a esos elementos para que le den la protección que busca y de paso, sacarse algunos opositores de encima.

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