Vida y familia

LA MENTALIDAD LABORAL QUE CONSUME LA VIDA EN EL PERÚ

Por: María Ximena Rondón

Esta semana una de mis hermanas regresó de pasar una temporada en Europa y me comentó una situación muy peculiar que experimentó allí, la cual yo también comprobé durante los meses que viví en Italia por trabajo: la mentalidad laboral y el equilibrio de la vida.

En países como Francia e Italia, notamos que se respeta el horario laboral y se valora la productividad durante ese tiempo. Después, la gente puede salir a caminar por las ciudades, ir a los restaurantes y cafés o instalarse en lugares amigables para disfrutar del momento. Algunos practican deportes y otros hobbies. Quizás sea una situación parezca algo ideologizada porque se trata de una realidad muy diferente a la referente a la mentalidad laboral peruana y el estilo de vida.

En primer lugar, Lima y quizás otras ciudades grandes del país no tienen la infraestructura ni la seguridad “adaptables” para una vida después del trabajo. Imaginen qué agradable sería tener el centro histórico pulcro, bien pintado, seguro y con varios restaurantes, cafés o espacios para relajarse. O tener ese tipo de sitios sociales a orillas del Río Rímac. Sería una oportunidad interesante para generar nuevos puestos de trabajo y fomentar la creatividad de una nueva experiencia.

En segundo lugar, la delincuencia y la informalidad no permiten que la gente pueda andar a sus anchas y en completa relajación por las calles. No es justo tener que vivir con miedo cuando se pagan altos impuestos a las municipalidades y no se ve una inversión en la seguridad.

Por otro lado, hay una gran influencia de la mentalidad estadounidense respecto a la explotación laboral y la figura del “workaholic”. Prácticamente se vive para trabajar. Aunque es un país emprendedor, los peruanos casi no conocen el ocio y el disfrute de la vida que no sean vacaciones (si es que pueden tenerlas) y los fines de semana.

Tras una jornada de más de ocho horas, uno pasa hasta dos horas en el tráfico y al llegar a casa, se dedica a realizar algunas tareas domésticas, a comer, a ver videos, ver noticieros y televisión basura y luego a dormir. No hay una cultura del disfrute del tiempo de ocio.

Sería interesante introducir esto en el estilo de vida de los peruanos. Ayudaría a la relajación y a tener un tiempo de calidad con la familia y amigos. Pues es realmente agradable estar en una ciudad rodeada de cultura y lugares interesantes después del trabajo y poder tomar un café o comer algo con los amigos. O poder pasearse sin preocupaciones en espacios amigables.

Recordemos que el trabajo es una parte importante de nuestras vidas, pero es “una parte” de ella. Se debe disfrutar de las otras aristas de la vida, solo que la sociedad peruana no fomenta adecuadamente esa posibilidad.

Habría que preguntarse qué tipo de vida queremos y porqué nuestra sociedad nos corta ese disfrute total.

No podemos dejar que nuestra vida sea consumida.

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