La columna del Director

LA GRAVE CRISIS DE LA IGLESIA PERUANA

Por: Luciano Revoredo

La iglesia peruana está en crisis. ¡Qué duda cabe! La labor pastoral está dejada de lado por una jerarquía  politizada.

El arzobispado de Lima ha sido convertido en una cueva de progresistas y feministas por obra del propio monseñor Castillo. El llamado lenguaje inclusivo ha llegado a los púlpitos, la Pachamama es parte de la liturgia sino del mismo santoral y la teología marxista de la liberación restaurada como pensamiento oficial. Los buenos sacerdotes son perseguidos, sancionados o metidos a la congeladora. Los progres oídos del señor arzobispo no soportan la sana doctrina.

Cada cierto tiempo lo vemos, con gesto constipado, perorar lleno de inquina  desde la catedral. No ha sido capaz de defender a la iglesia ni los sacramentos de todos los cierres y atropellos del gobierno ante la pandemia. Ahora quiere imponer la comunión en la mano con un absoluto desprecio de la presencia real de Cristo en las sagradas formas. Aun no asume un papel de pastor. Pero si se apresura por ejemplo a condenar las piñatas que representan a Pedro Castillo. Ignora que el ingenio popular siempre ha usado estas para manifestar tendencias políticas.

Otro de los responsables de esta crisis es el cardenal Barreto. Este actúa como un político más. En Huancayo hace tiempo que ha perdido el respeto y afecto de los fieles por las muchas especies que circulan respecto a ciertos desórdenes en su vida personal que de confirmarse serían muy graves.

Barreto es amigo de aparecer en los medios. Se inmiscuye en asuntos políticos. Gusta de salir en la foto. Pero siempre resulta apuntalando a las izquierdas. El colegio del arzobispado es un desastre, los buenos sacerdotes también son perseguidos o expulsados, el seminario cada vez tiene menos seminaristas y funciona desastrosamente pese a tener incluso financiamiento alemán. Pero nada de esto preocupa al señor cardenal tanto como sus buenas relaciones con la minera Chinalco y su apoyo a la causa progresista.

En declaraciones para Ideele Radio, de su amigo Gustavo Gorriti, al referirse al desastre de ineptitud y corrupción que es el gobierno de Castillo dijo: “Esta hoja de ruta, este viaje que tenemos que hacer en el que tenemos a un piloto, tal vez no experimentado, pero que tiene al menos buena voluntad, con errores como cualquiera de nosotros…”,

Hace unos días el Canciller Óscar Maúrtua, ebrio de emoción, le otorgó la orden del Sol del Perú. Ignoramos la razón de este gesto político. Ha de ser el premio a todos estos años de apoyo a la causa de la izquierda peruana.

¡Que Santa Rosa, que tantas gracias ha traído al país, salve a la Iglesia Peruana!

 

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