
Por: Jennifer Barreto-Leyva
Chip Roy demanda que se Kamala Harris remueva a Joe Biden a través de la vigésimo quinta enmienda, la cual establece que en caso de que el Presidente sea depuesto de su cargo, de su muerte o renuncia, el Vicepresidente se convertirá en Presidente.
Chip Roy es abogado y representante ante el congreso de los Estados Unidos por el partido republicano del distrito 21 ante la Cámara de Representantes.
Él alega lo que hasta un ciego podría ver a este punto, el actual presidente de los Estados Unidos Joe Biden, ha demostrado en repetidas oportunidades y formas que no está apto para conducir el país.
Roy no ha sido el primero en al menos plantearlo públicamente, otras voces de peso como la congresista Marjorie Taylor Green también lo han expresado. Lo curioso es que ninguno de los que los que han planteado diversas formas de sacar a Biden de la presidencia, han ido más allá de hacer ruido en medios y redes sociales. No ha habido diligencias serias para ello.
Se nota que no ha habido contraloría ciudadana con este y con ningún otro tema.
Este paso, aunque parece simple, se toma un tiempo, pero además traería consecuencias importantes y a eso me quiero enfocar en esta oportunidad.
No es lo mismo llamar al diablo, que verlo venir.
Entre los posibles sustitutos de Joe Biden si esta demanda se materializa están:
- Andy Beshear, abogado de 46 años gobernador de Kentucky desde el 2009
- Gretchen Whitmer, abogada y exfiscal, fue representante y senadora en la legislatura de Michigan. Es la gobernadora de este estado.
- Jennifer Granholm, es abogada de 65 años. Fue la primera gobernadora de Michigan. Actualmente es secretaria de energía federal.
- Gavin Newson, 56 años. Fue alcalde de San Francisco y actualmente es gobernador de California.
- Michelle Obama, abogada de 60 años, ex primera dama. Ha ocupado varios cargos de administración en la universidad de Chicago y colaborado con varias ONGs.
- Kamala Harris, abogada de 59 años, fue fiscal general y senadora de California, actualmente es la primera mujer vicepresidente de los Estados Unidos.
Aunque en esta breve lista todos cuentan con preparación académica para al menos ser parte de una potencial sustitución al presidente de los Estados Unidos en su mandato actual, en realidad, las gestas administrativas de todos dejan mucho que desear.
Previo a considerar esta lista de candidatos, detengámonos a ponderar lo más delicado de este asunto: Kamala Harris.
La mujer que se vendió como la mesías esperada para resolver todos los problemas del país con su compañero de fórmula, ha sido simplemente la facilitadora y propulsora a una agenda perversa que ha debilitado al borde de la destrucción a la nación más poderosa e importante del mundo.
La indignación que han causado todas y cada una de las gestas erráticas que ha presentado Joe Biden como presidente de los Estados Unidos durante esta administración, han hecho demasiado ruido, haciéndonos olvidar por momentos que ella es coparticipe de absolutamente todo, autora en otros casos, como por ejemplo el tema del aborto.
Son demasiados temas, errores que no son tales, sino acciones hechas por manos que no quieren a su país ni a su gente. Por vez primera, me tocó escuchar cuando tuve de entrevistado en mi programa, a un veterano de guerra, quien podría perfectamente ser mi abuelo, decirme al aire entre lágrimas: “Ni yo, ni ningún otro militar serio le diríamos a ningún joven que se enliste en nuestras Fuerzas Armadas, lo que se le ha hecho a nuestra bella nación no es error, esto no ha sido casual y es lo que se habla en secreto a voces” ese día confirmé lo que habría expresado en análisis políticos previamente y lo que mi corazón con profundo dolor presentía.
Se ha traspasado todo límite y vulnerado toda la estructura y fortaleza de la nación que es hasta ahora pilar fundamental de libertad y seguridad en el mundo.
Lo que corresponde en cualquiera de las opciones que se apliquen para sacar a Joe Biden del poder, es poner a la vicepresidenta en su lugar. Es por esta razón principal que es de vital importancia quien es compañero de fórmula de quien sea presidente de los Estados Unidos, pues será quien quede al mando.
Kamala Harris es una hiena política, que ha demostrado que hace lo que tenga que hacer por estar en el poder. Una de las miles de muestras públicas fue cuando hizo una alharaca al llamar racista a Joe Biden, antes de la campaña presidencial previa a esta administración, para luego terminar como su compañera de fórmula presidencial, sellándolo con ese nefasto “We did it Joe!” que los ingenuos de costumbre nunca supieron leer.
Aunque muchos en su inocencia aún creen que Joe Biden está al mando del país, lamento brindarles una dosis de realidad a mi estilo: vocal y frontal.
Joseph Biden no está en condiciones de absolutamente nada en este momento. Encuentro vergonzoso que esté siendo sometido a abuso al exponerlo en estas condiciones a su edad, muy aparte de temas de orden criminal que él debe enfrentar y que quizá comente en otra oportunidad, lo que está mal hay que decirlo siempre, así seas tú solo contra el mundo. Jill Biden está cometiendo lo que se conoce como elderly abuse (abuso a ancianos) y de esto tampoco está hablando nadie.
Sin embargo, desaparecerlo al menos en términos administrativos y de la mirada pública sería una tragedia para los Estados Unidos. Quitarle a Kamala Harris todo freno e impedimento para que termine de hacer lo que quiera, no es muy inteligente que se diga. En cinco meses es considerable el daño que se puede hacer.
El tiempo que invierten algunos en seguir dándole fuerza a esta propuesta, debe más bien invertirse en educar al electorado. A la fecha, aún luego de ver la carnicería que resulto siendo el debate presidencial, existe gente que le dará una segunda oportunidad a un hombre que ni siquiera pudo bajar solo los escalones del escenario donde se dio este evento, un hombre que le quedó grande al país y al compromiso.
Cuatro años al mando han sido realmente nefastos, pero cuatro más, serían mortales y los irresponsables que piensan votar por él junto a Harris como fórmula presidencial, no se harán responsables de los daños que un voto hecho desde las emociones le hará a la nación, a sus conciudadanos y al mundo.
¡Hasta la próxima!