Por: Luciano Revoredo
El Poder Judicial autorizó a la Fiscalía, ante el pedido del equipo encabezado por José Domingo Pérez, a acceder a la información de los dos teléfonos celulares del presidente Alan García. Estos teléfonos han permanecido incautados desde el 17 de abril de 2019, el día en el cual el exmandatario, ante el acoso de la mafia caviar y el injustificado allanamiento de su vivienda tomó la trágica decisión de quitarse la vida.
El juez Leodan Cristóbal Ayala del Quinto Juzgado Nacional de Instrucción Preliminar ha autorizado que se permita el acceso a los dos celulares, lo que incluye abrir, extraer, recuperar, leer, examinar, analizar, acceder, visualizar, registrar y almacenar correspondencia electrónica , mensajes y otra información almacenada tanto en tarjetas SD como en la memoria del teléfono .
Se pretende justificar esta medida con el argumento de que si bien Alan García ya no está incurso en el proceso, pues como sabe hasta un estudiante de derecho, con la muerte del investigado se extingue la acción penal, el equipo de fiscales considera que en los teléfonos confiscados podría haber información relevante sobre otros investigados. Entonces la preguntas que el sentido común plantea es si se trata de las comunicaciones de Alan García con otros ¿Por qué no incautan los celulares de los otros? Lo cierto es que esta incautación a un muerto y la posterior violación de su privacidad resulta un hecho inédito en los anales del derecho.
La verdad es que detrás de esta situación se ocultan otros protervos fines. El primero manchar la memoria de Alan García, por supuesto, pero además está clara la intención de perjudicar al partido aprista en el año de su centenario a la vez que también le bajan la llanta ante las próximas elecciones. El celular de García es un botín sabroso para los caviares carroñeros. Pese a que supuestamente sólo se pueden dedicar al tema de la investigación del caso Metro de Lima, es fácil imaginar que siendo la Fiscalía el albañal de la caviarada, las filtraciones inesperadas de otros asuntos del celular del expresidente, serán lo más común.
Esta situación es inaceptable y se espera que por un mínimo respeto al debido proceso, por la recuperación de la buena imagen de nuestro poder judicial y del Ministerio Público, esta medida sea revocada por la Corte Superior.
Pues quien pensaba que en política no hay que ser ingenuos, dudo mucho que haya dejado algo que pueda servir de botín a la caviarada, lo más probable es que no haya nada que puedan aprovechar.