Política

EL ZAPATO DEL CENICIENTO

Por: Alfonso Chunga Ramirez

Hemos domesticado al imperio, la camarada Dina lo hizo. Bien jugado, el camarada Pedro la escogió como sucesora. Años de lucha encontraron su momento culminante, su instante cúspide, en el paseíllo triunfal de nuestra Presidenta Ladina por los corredores de la Casa Blanca llevando al otrora emperador del universo, de la mano como perrito faldero.

Gimen los pro imperialistas que le exigieron limitarse a conseguir visa libre para viajar a disneylandia; pucherean (hacen pucheros) quienes le encargaron asesoría en inteligencia para contener a los gallegos; hasta el ridículo no paran los vende patria que la llevaron al aeropuerto encargándole conseguir mercados para salir de la recesión. Aburguesados que jamás entenderán el horizonte de la revolución.

Heredera del coraje del presidente Gonzalo, la presidenta del pueblo no viaja por minucias. Superando al romano emperador, viajó, vió y venció. Por eso todos los brutos la quieren acuchillar; pero al igual que el organizador del circo, Dina tiene su farsalia en la que vence a los traidores. Perspicaz ella, ordenó suicidarse a su hija Anita Gervasi y, para que el revolcón luciera mejor, le cortó el pescuezo a Gustavito Meza Cuadra, su tan caviar, su tan servil, su tan ayayero embajador ante la corte de la Avenida Pensilvania.

La revolución está servida. Bien pagado está el golpe de diciembre, lucrativo el fraude montado por los domésticos de la JNJ, fulgurante la performance de la camarada accesitaria; si hasta da ganas de ponerse lentes de playa para moderar el resplandor, si hasta cuesta esfuerzo recordar a los muertos de enero, porque los de diciembre ya fueron combativamente olvidados; Dina, en menos de un año, consiguió lo que no consiguieron los presidentes de la oligarquía en 200. Refunfuña la derecha bruta y achorada a la que nunca se le ocurrió tanta sagacidad en política exterior.

En el otro mundo, en el de la realidad real, Joe Biden le preguntó al mayordomo de la Casa Blanca si ya habían contratado a la gordita de rojo.

1 comentario

  1. Pues dado como se hace política en ese país, el famoso cabildeo o lobby, ella lo ha conseguido, lástima que el sujeto no sea quien realmente gobierna, sino el títere que lee el teleprompter, el real gobernante es el DNC (Comité Nacional Demócrata). Ellos son los que toman las decisiones. Si hubiera paseado por el corredor junto a Blinken, estaríamos seguros de que hubiera logrado el objetivo.

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