Los peruanos Giuliana Caccia y Sebastián Blanco han desvelado que fueron recibidos el Papa Francisco el pasado 23 de noviembre en Roma.
A través de un vídeo publicado en redes sociales, ambos han contado lo que ocurrió en su encuentro con el Papa Francisco.
Aportando contexto a esta audiencia privada con el Pontífice, Giuliana Caccia explica que el pasado 26 de septiembre recibieron un precepto penal en el que se les acusaba de tres delitos canónicos «por haber denunciado penalmente en Perú al sacerdote español Jordi Bertomeu por violación del secreto profesional».
Caccia expone que si no retiraban la denuncia penal contra Bertomeu, quedarían excomulgados. Además, debían donar cada uno 100.000 soles a Cáritas de Lima y no podrían presentarse nunca más como católicos en público ni representar a la Iglesia católica en ningún acto social.
Sebastián Blanco ha vuelto a insistir en que el Papa Francisco «había sido malinformado sobre nuestro caso» por lo que le solicitaron al Papa que pudieran ser recibidos por él y ser escuchados. Instancias de la Santa Sede se pusieron en contacto con estos dos periodistas para confirmarles que el Papa Francisco había escuchado su pedido y les iba a recibir a ambos el sábado 23 de noviembre en Roma. Según cuenta Blanco, desde la Santa Sede les confirmaron que desde ese momento el precepto penal quedaba en suspenso.
El 23 de noviembre el Papa Francisco recibió a Caccia y Blanco. Según narra Caccia, el Santo Padre les recibió con «mucha cercanía». «Apenas habíamos comenzado a informarlo sobre el precepto penal que habíamos recibido, inmediatamente el Papa Francisco nos dijo ‘la excomunión no va, quédense tranquilos’», afirma la periodista peruana.
«Escuchar del propio Papa que este asunto llegó a su fin y que nunca se debió dar nos dio una paz espiritual difícil de transmitir en palabras», añade Caccia. Además, asegura que cuenta con autorización expresa del Pontífice para dar a conocer que estuvieron con el Papa «que los ha bendecido y la excomunión no va».
Giuliana Caccia sigue narrando como fue el encuentro con Francisco y asegura que el Papa les pidió revisar el precepto penal que les fue entregado «y firmó de puño y letra sobre ese documento su revocación».
Por otro lado, Sebastián Blanco subraya que le contaron al Papa que intentaron resolver la situación con Bertomeu de manera privada durante un año «pero nunca obtuvimos las respuesta esperada. También le dijimos que habíamos interpuesto una denuncia canónica ante la Rota romana contra el sacerdote Jordi Bertomeu».
Con esta decisión estrictamente personal del Papa, ha desautorizado oficial y públicamente la actuación de uno de los hombres de su máxima confianza a quien encargó liderar junto con Charles Scicluna la ‘Misión especial’ de la Santa Sede en Perú para la investigación del Sodalicio de Vida Cristiana.
© Infovaticana
Qué triste es ver que los buenos son castigados y los hipócritas defendidos y bendecidos