Política

EL GROSERO ENGAÑO DEL MATRIMONIO GAY

Por: Iván Oré Chávez

El 30 de noviembre de 2016 los políticos caviares de Peruanos por el Kambio tales como Alberto De Belaunde De Cárdenas, Guido Ricardo Lombardi Elías, Mercedes Rosalba Aráoz Fernández, Gino Francisco Costa Santolalla, Juan Manuel Sheput Moore y Carlos Ricardo Bruce Montes De Oca promovieron el engaño del matrimonio ley bajo la propuesta número 00718/2016-CR titulada como proyecto de “LEY QUE ESTABLECE LA UNIÓN CIVIL”. Lo elaboraron copiandose de la vieja estrategia para destruir la familia mientras hipócritamente se muestran modernos, tolerantes e inclusivos, es decir como los revolucionarios romanticistas de una épica saga. Esta estrategia es imperceptible para quienes acogen la propuesta sin pensar en la mala fe de sus promotores, lo cual lo hace doblemente grosero.

El engaño de estos odiadores estriba en evitar consignar en su proyecto de ley la obligación de fidelidad reciproca entre los “compañeros civiles”. Evidentemente tanto el proyecto de ley 00718/2016-CR de los entonces PPKuyes, como el proyecto de ley 02647/2013-CR promovido por Carlos Bruce en contubernio con la apromasonería, tienen este mismo denominador común. Así dicen diferenciarse del matrimonio entre varón y mujer, valga la redundancia. El mismo artículo 288 del código civil establece el deber reciproco de fidelidad y asistencia entre cónyuges, deber de fidelidad que intencionalmente se ha obviado señalar en la unión homoerótica, teniendo en cuenta que el HOMOSEXUAL NO EXISTE, no pasado de ser simplemente una fantasiosa etiqueta.

El siguiente paso que no han logrado conseguir en el Perú, consiste en lanzar a sus activistas LGTBIXDS…. a victimizarse denunciando teatralmente que han sido minimizados a ser un régimen de unión de inferior categoría al “matrimonio heterosexual patriarcal” por el hecho de no “imponerles el deber de fidelidad reciproca”.
En forma paralela, como parte de este tosco libreto salen sus “aliadxs”, las hordas feminazis a protestar denunciando al deber de fidelidad entre cónyuges tildándolo como una imposición del machismo patriarcal, por lo tanto, proponiendo que para que haya “igualdad” entre ambos regímenes se derogue el deber de fidelidad entre cónyuges. Claro que no van a proponer añadir la fidelidad entre los “compañeros civiles”. Ese es el libreto de su hipócrita actuación. Una vez aboliendo el deber de fidelidad la puerta se deja abierta si se tienen a los antieducadores adoctrinando a las nuevas generaciones para reclutarlas para un distópico “Mundo Feliz”
El objetivo de estos grupos para quienes la prosperidad de nuestro pueblo no es prioritaria, es simplemente abolir la familia, tal como lo ha expuesto el amo y mecenas de sus operadores atrincherados en la izquierda progresista peruana, George Soros, quien por medio de sus propagandistas en su portal web de la Open Society nos comunica: “Incluso cuando el hogar nuclear privado no representa una amenaza física o mental directa para la persona de uno, sin maltratar a su cónyuge, no violar a los niños y no criticar a nadie, la familia privada en cuanto modo de reproducción social todavía, francamente, apesta”.

Un ejemplo de este mediocre libreto barato se ensayo en Italia el año 2016, donde su Cámara de Diputados aprobó la unión entre personas del mismo sexo, propuesta impulsada por el Partido Demócrata, el homólogo de la caviarada peruana. Esta ley no contempla la obligación de las parejas homosexuales a guardarse fidelidad, a iniciativa de la derecha conservadora italiana, Angelino Afano con el objetivo de “permitir no equiparar estas uniones con el matrimonio católico entre un hombre y una mujer”.

En seguida el diario El País del Grupo Prisa uno de cuyos accionistas es George Soros sacó un titular con el siguiente texto: “La nueva ley de uniones civiles exime a los gais del “compromiso” de mantenerse fieles. Italia es capaz de enredarse en una discusión parlamentaria tan surrealista que termina atribuyendo la fidelidad, y por tanto la infidelidad, al patrimonio exclusivo de heterosexuales y católico”.
Ya desde antes el portal “Cristianos Gays” se manifestaba: “Un detalle menor para algunos pero especialmente simbólico, y que deja bien claro el afán de los legisladores homófobos por dejar su impronta en el proyecto, ha sido la supresión de la “obligación de fidelidad” que, del mismo modo que la ley italiana exige a las parejas casadas, el proyecto inicial de Cirinnà exigía a las parejas del mismo sexo unidas civilmente. Por curioso que parezca, se trataba de un aspecto que había sido especialmente criticado por los contrarios al proyecto porque en su opinión hacía prácticamente indistinguible a esta institución de la del matrimonio. Eliminarlo supone, en cierto modo, oficializar que la relación afectiva que se le supone a dos personas del mismo sexo unidas civilmente es de peor calidad que la que se le supone a una pareja de distinto sexo casada”

Mientras que las feministas como Angelica Motta cuestionaban el deber de fidelidad en el matrimonio calificándolo de un “anhelo normativo” usando una lógica hilarante maquillada con una jerga pseudo académica: “Por su parte, la monogamia ha estado lejos de ser el modelo único de familia. Si se mira a la humanidad en perspectiva histórica y transcultural, y a aquellas sociedades que la tienen como modelo hegemónico, no suele pasar de ser un anhelo normativo que dice poco sobre la práctica. Hirsch et ál. (2009), en su estudio comparativo sobre infidelidad realizado en México, Nigeria, Vietnam, Papúa Nueva Guinea y Uganda, señalan que los encuentros extramaritales (fundamentalmente en el caso de los hombres), aun cuando no constituyen un comportamiento normativo, son lo normalmente esperable, y que la conducta que demanda explicación es más bien la fidelidad marital”. Con esa lógica nada sería “normativo”, y habría que abolir el código penal.

Una vez conseguida esta ley de unión civil homoerótica, salió a la palestra la senadora italiana del Partido Democrático, congresista Cantini, quien presentó un proyecto de ley para derogar el artículo 143 del Código Civil Italiano que establece la obligación de fidelidad entre cónyuges, argumentando en la más retorcida antilógica feminazi que la fidelidad “es una visión anticuada de la pareja” y una “cosa del pasado”, por lo que se la debe eliminar de la ley. Lo propuso amparándose en lo considerada por ella el antecedente que sería la Ley Cirinna, es decir la ley de unión civil homoerótica, en la cual está ausente la palabra fidelidad, el cual bajo un truco verbal se reservaba solo para el matrimonio, dando así pretexto a su abolición.
Hace unos años se encontró en la cueva española de El Castillo plantilla de manos entrelazadas como formando una pirámide que datan de hace mas de 28 mil años, en la parte superior aparecen como  esquematizando la cúpula del triangulo dos manos de dos adultos, un varón y una mujer, en la parte inferior como si fuera la base de la figura se nota la mano de un varón muy joven, quizá adolescente, y entre ambos aparecen dos manos pequeñas que corresponden a una parejita de un varoncito y una niña. A pesar de la evidencia, para la fanaticada ignorante el modelo de familia es reciente por ser según ellos del siglo XIX y obsoleto por ser según ellos del siglo XIX ¿lograra la pogre-dumbre peruana representar su grosero libreto barato?

1 comentario

  1. Pero qué gran nivel de estupideces he leído, Jesucristo. Iván, pide cita con el neurólogo, por favor, que estás diciendo puras sandeces. No sé con qué ostra puedes hablar de fanaticada en la otra orilla cuando el más claro fanático y de razonamiento obnubilado eres tú. Es fanático decir que el homosexual no existe, así como es fanático pretender encontrar diferencias de sexo en huellas de hace 28 mil años (!!!) de NIÑOS (a excepción de los órganos sexuales, la fisionomía de los niños es prácticamente igual, no podrías establecer diferencias de sexo a partir de sus manos).

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