Por: Jennifer Barreto-Leyva
Cuando creíamos haberlo visto todo cuando se trata de los esfuerzos de la compañía Mattel por adentrarse en el wokeismo con la muñeca Barbie, pues ahora dos fuerzas se juntan para demostrarnos que se podía ir un poco más allá.
Netflix ha estrenado un documental sobre la historia de la Barbie negra que con toda la responsabilidad advierto ningún niño debe verlo. Al menos de la forma que me criaron y de la que me gustaría educar a mis hijos cuando los tenga, hay temas que exigen tener madurez y edad para lidiar con ellos.
Fui, soy y seré hasta mi último aliento una abanderada por la autoestima, por enseñarle en especial a las niñas a amar sus cuerpos, independientemente de nuestra talla, raza, altura o la característica física que usted prefiera hacer referencia. Las niñas tienen una relación con sus cuerpos muy distinta a los varones, por eso se debe hacer ahínco con este tema, sin dejar a los niños afuera, que quede muy claro.
Todos necesitamos vernos espejeados o reflejados en otros, sea en pensamiento, físico, estilo de vida, etc. así lo expresan todos los especialistas en salud mental. Todos los seres humanos necesitamos pertenecer.
Siempre aplaudiré los esfuerzos que se hagan por generarle una autoestima sana, fuerte y realista a nuestros niños y adolescentes. Desde donde esté, haré siempre mi parte porque así sea. Entre estos esfuerzos está la representación en medios, que por desgracia el progresismo manoseó y tenemos ahora hasta hombres con vestido en la televisión, en programas de horario familiar. Un verdadero horror si me lo preguntan.
Sin embargo, haciendo la previa salvedad del caso, tengo que decir que éste documental del que hablo, es un intento nefasto de adoctrinamiento puro y duro, una propuesta que no puedo apoyar.
Vea el avance del documental aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=Itsg2V5PSkI
Todo iba muy bien, era encantador cuando mostraban la cronología de como se había dado la creación de la primera Barbie negra, de dónde se originó su nombre y trajes. Hicieron un hermoso repaso con su creadora, mujeres de aquel entonces (año 1980) hasta llegar a mujeres contemporáneas conmigo a la actualidad, haciendo al final una suerte de catarsis, con la falta de variedad en cuanto a la estética de las muñecas se refiere y de cómo ha marcado Barbie la diferencia en éste particular.
Pero todo se daña cuando politizan sin el menor cuidado el documental, documental que no requería en lo absoluto de ello. El tema en sí era hermoso y atraía sin mayor esfuerzo audiencia.
El documental me llamó la atención no solo por el tema, sino porque removió en mí muchas memorias de mi infancia, una época que no volverá y que de alguna forma refrescaría en mis recuerdos con éste material audiovisual.
De la nada, comenzaron a hablar de deconstrucción, privilegio blanco, sistema patriarcal opresor entre otros términos propios del marxismo cultural. En cuanto escuché el primer término sabía que esto no terminaría bien.
A esto le siguió una clara alusión al movimiento marxista Black Live Matters, a lo cual le continuó la inclusión natural del lobby LGBT, y digo natural, puesto que para quien no maneja estos temas, ambos movimientos hacen vida y trabajan en mancuerna en el mismo rincón del abanico político.
Si esto no es suficientemente grave, prosiguen aseverando que existe racismo en la actualidad en la misma forma, estructura y profundidad como en los años 70 y rematan la cadena de barbaridades, hombres homosexuales hablando de lo necesario que es hablarles de sexualidad a niñas, de lo increíble que ha sido la “evolución” del Ken (el cual cada día parece más una Barbie) y de cómo se comprometen públicamente a hacer todos los esfuerzos porque esta sea una muñeca deconstruída, empoderada, feminista y comprometida con los cambios sociales. Y éstos no eran hombres cualquieras, eran ejecutivos pesados de la empresa Barbie.
Se satanizó abiertamente otras voces que no fueran las políticamente correctas para este documental y para dar el toque final, usaron actrices de Hollywood demócratas para dar sus puntos de vista, todos evidentemente presentado en cortes impecablemente manipulados.
Se perdió una oportunidad maravillosa de mostrar cómo han evolucionado las mujeres negras en sociedad, los altos puestos que han alcanzado como es el caso de Condoleeza Rice, sin necesidad de aplicar las políticas identitarias o las cuotas que las feministas ahora exigen y pretenden vender como avances.
Terminó siendo un documental ideologizante y nada más, publicado “casualmente” en época de elecciones, donde también “casualmente” Kamala Harris, primera mujer vicepresidente de los Estados Unidos quien se vendió como afroamericana pero que en realidad tiene orígenes hindúes, podría dar la sorpresa y lanzarse por la silla presidencial. Por ahora, repetiría como fórmula con Joe Biden de vicepresidente.
¿Casualidades en política? Primero volarán las vacas, antes de que eso sea una posibilidad.
Vigile muy de cerca lo que ven los menores de edad en su hogar, muchos siguen en la ingenuidad de asumir al ver temáticas infantiles como sanas, y apropiadas para niños. En este momento, es cuando más debemos cuidar a las personas vulnerables de nuestro entorno, van tras ellos a como dé lugar.
Y por favor, no se deje contagiar por los dictadorzuelos en redes sociales. Vea lo que quiera, pero cuide su mente. Su salud mental y emocional en el momento que vivimos, no tiene precio.
Que Dios nos proteja siempre.
¡Hasta la próxima!