
Por: Luciano Revoredo
Desde que Monseñor Carlos Castillo asumió el Arzobispado de Lima, una gran inquietud agobia a una buena parte de los fieles católicos preocupados por la buena marcha de la iglesia. Los primeros cambios y actos del arzobispo fueron muy preocupantes. Su orientación abiertamente progresista y heterodoxa fue puesta en práctica a través de nombramientos y cambios en el arzobispado. Todo esto de la mano, de la también tomada por la progresía eclesiástica, Conferencia Episcopal.
Rápidamente se vio que la exitosa Marcha por la Vida estaba en revisión. En una lamentable entrevista en RPP Monseñor Castillo dijo que la marcha sería por todas las formas de vida. Por las mujeres maltratadas, por los derechos humanos, por los más desposeídos, etc. Con lo cual de un plumazo le quitaba a la marcha su razón de ser, es decir la defensa de la vida del niño por nacer. Al agregar tantos temas diluía la verdadera razón. Lo cierto es que hasta la fecha no hay Marcha por la Vida. Ese es el resultado.
Luego empezó un manejo ideologizado y sesgado de las redes sociales del arzobispado. Incluso llegando a bloquear a los fieles que preguntaban o comentaban algo incómodo. En el caso personal de quien escribe estas líneas, fui bloqueado en el Twitter. Lo más sorprendente fue el motivo por el cual me bloquearon. La publicación que incomodó al Arzobispado de Lima fue un Tweet en el que preguntaba: “¿Qué opina de este evento en la @pucp nuestro Arzobispo? Sería importante un pronunciamiento de su parte ante el descalabro de la universidad que alguna vez fue católica”. El evento en cuestión era el Taller de masturbación femenina “CONQUISTA TU PAPAYA” que se anunció en la Expontificia Universidad Católica del Perú. ¿Acaso no era lícito preguntarse si nuestro Arzobispo o nuestra Conferencia Episcopal tenían algo que decir al respecto? Luego de un artículo en que denunciaba este manejo autoritario de las redes, me levantaron el bloqueo.
Pero al margen del constante bloqueo de quienes no avalan las desviaciones doctrinarias del señor Arzobispo, hubo otro incidente lamentable a nivel de comunicaciones. Me refiero al video que se publicó en el día de Santa Rosa de Lima. Un audiovisual deplorable y lleno de inexactitudes presentando a la santa limeña como una especie de activista política que “disconforme con la religiosidad ritual y vacía de la época, decidió vivir en una comunidad cristiana de laicos y no en un convento separada del mundo”. Esa es la visión del arzobispado, habría que recordarles que la religiosidad ritual y vacía de la época, es la que produjo nada menos que a Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Masías, San Francisco Solano, San Martín de Porres y nuestra mística Rosa de Lima, la primera flor de santidad del nuevo mundo.
Pero todo este manejo de la información y las comunicaciones del arzobispado acaba de tener un nuevo y también lamentable episodio a raíz de diversas denuncias en las redes sociales acerca de la Jefe de Prensa del Arzobispado, la señorita Cecilia Castillo Martínez. La cual según se puede ver en múltiples publicaciones en sus redes sociales, sería partidaria del aborto, el matrimonio homosexual y asidua propagandista de estas ideas. (Ver al final de este artículo diversas capturas de pantalla de sus publicaciones).
Antes de publicar nada al respecto decidimos llamar al teléfono del área de prensa del arzobispado para verificar la información. Nos contestó una atenta secretaria. Tras identificarnos y preguntar por la señorita Castillo nos dejaron esperando un extenso lapso. Luego de esto contestó el teléfono el señor Juan José Dioses, le explicamos que nuestra intención era verificar la veracidad de las denuncias, a lo que el señor Dioses nos manifestó que todo era falso, y que la señorita Castillo no era Jefe de Prensa, sino que el jefe era él. Aunque admitió que ella trabajaba ahí pero no podía atender la llamada por estar fuera. Antes de cortar la comunicación nos dijo que en unas horas se daría a conocer un comunicado del arzobispado denunciando la falsedad de todo.
Lo cierto es que el señor Dioses nos mintió. Él es Director de Comunicaciones y ella es Jefe de Prensa, dos cargos distintos. Todo esto se puede comprobar en sus propias publicaciones. Aunque Cecilia Castillo como también se puede comprobar ha eliminado todas sus páginas en las redes, incluso su perfil de Linkedin ha desaparecido.
La comprobación de la mentira fue posible gracias al testimonio de Antonio Tarazona, Director de la Tribuna Católica, quien nos mostró convocatorias y acreditaciones que había recibido personalmente de Cecilia Castillo, con quien además ha mantenido contacto en su condición de Jefe de Prensa.
Toda esta historia es muy triste. Revela la magnitud de la crisis que abruma a nuestra iglesia. Esperamos que el señor arzobispo ponga orden.
PUBLICACIONES DE CECILIA CASTILLO:
[…] el director del medio La Abeja, Luciano Revoredo, el 11 de septiembre llamó al Arzobispado de Lima y se comunicó con el director de Comunicaciones, Juan José Dioses, para corroborar la información […]