Por: José Antonio Torres Iriarte
Luis Almagro (Secretario General de la Organización de Estados Americanos) en su reciente visita a Lima, demostró ingenuidad o abierta complicidad, cuando declaró que había comprobado “la convicción” que anima al presidente Pedro Castillo en su lucha contra la corrupción; olvidando que el gobierno peruano viene siendo afectado por sucesivos casos de corrupción que comprometen al Secretario General de la Presidencia de la República, a Ministros de Estado, a dirigentes del partido Perú Libre y a su Secretario General Vladimir Cerrón.
El señor Luis Almagro goza de amplia experiencia política, ya sea como militante del Frente Amplio de Uruguay, como ex Ministro de Relaciones Exteriores de su país, por lo que es de suponer que ha podido percatarse de las verdaderas intenciones que animan al señor Pedro Castillo.
Como Secretario General de un organismo hemisférico, parece que el señor Almagro tiene una lectura política alejada de la realidad, reñida con la verdad y por ello aspira a convertirse en un entusiasta defensor de un gobernante ávido de poder y falto de principios.
No olvidemos que el actual Secretario General en su momento alentó la inconstitucional postulación presidencial de Evo Morales en Bolivia (2019) y avaló las graves irregularidades en el proceso electoral peruano reciente.
